Prevén retiro de Irak


Persistencia. George W. Bush (D), presidente de Estados Unidos, en el momento de su estancia en Irak. Estados Unidos podrí­a dejar ese paí­s en marzo, aunque Bush se muestre reacio.

El general David Petraeus, comandante en jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, dejó entender ayer que podrí­a recomendar el inicio del retiro de las tropas estadounidenses en Irak en marzo de 2008, en una entrevista a la cadena de televisión ABC.


Interrogado por una periodista sobre si las tropas podrí­an ser reducidas en marzo, el general respondió: «Sus cálculos parecen justos».

«Hay lí­mites a lo que nuestras fuerzas pueden dar, por tanto mis recomendaciones tendrán en cuenta –aunque no estarán basadas en eso– el esfuerzo que se le ha pedido a nuestras fuerzas armadas», explicó Petraeus.

«Pienso que la cuestión que se plantea todo el mundo es: ’de acuerdo, necesitamos una estrategia a largo plazo. ¿Qué grado de compromiso debemos adoptar durante ese tiempo?’, y la respuesta es: sin lugar a dudas menor del que mantenemos hasta ahora», añadió.

Petraeus estimó que la presencia de las tropas estadounidenses en Irak se debe a operaciones de combate a las insurrecciones, que «históricamente» pueden durar «al menos nueve o 10 años».

El general y el embajador de Estados Unidos en Bagdad, Ryan Croker, deberán presentar ante el Congreso un informe sobre la situación en Irak, en los próximos dí­as.

Mientras los demócratas, mayoritarios en el Congreso, exigen que el presidente George W. Bush presente un calendario de retiro de las tropas, su gobierno estima que debe esperar a escuchar sus testimonios antes de pronunciarse.

Bush «no cede»

El presidente norteamericano George W. Bush afirmó hoy haber visto progresos en cuanto a la seguridad y a la situación polí­tica en Irak, donde prometió «no ceder» pese a las presiones para retirar a las tropas estadounidenses de ese paí­s.

«Una vez más, lo repito, hay mucho trabajo por hacer. Hay mucho trabajo por hacer, pero la reconciliación adquiere forma», dijo en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro australiano John Howard.

«Y lo que es importante, en mi opinión, para la seguridad de Estados Unidos y para la seguridad de Australia, es que aguantemos al lado de los iraquí­es y que los ayudemos», prosiguió.

El presidente norteamericano llegó la noche del martes a Sydney para la cumbre Asia-Pací­fico de la APEC, que se realizará el sábado y domingo.

Bush llegó después de una visita sorpresiva a Irak, donde Australia es uno de los más sólidos aliados de los norteamericanos.

Por su lado, el primer ministro Howard le reafirmó este miércoles su apoyo en Irak, donde su gobierno piensa mantener sus tropas.

«Las fuerzas australianas se mantendrán en su nivel presente en Irak, no en función de un calendario cualquiera sino en función de las condiciones en el terreno», afirmó, garantizando a Bush «el compromiso» de Australia en Irak.

El presidente estadounidense por su parte intentó calmar las especulaciones sobre un eventual anuncio, este mes, de una reducción de la presencia militar norteamericana en Irak.

Bush aconsejó esperar la evaluación de la situación que el general David Petraeus, comandante de las fuerzas norteamericana en Irak, y Ryan Crocker, embajador de Estados Unidos en Bagdad, harán la próximo semana ante el Congreso.

Ambos testimonios deben prefigurar el informe que el gobierno debe entregar al Congreso de aquí­ al 15 de septiembre sobre Irak.

«Â¿Porqué no miramos los que ellos van a decir? Y después los tendré informados», exclamó este miércoles Bush.

El presidente norteamericano reiteró sin embargo que «nosotros podrí­amos ser capaces de garantizar la misma seguridad con menos tropas» si la situación mejora a través todo Irak. Pero se negó a decir «si sí­ o no será el centro de la polí­tica» que anunciará al retornar a Estados Unidos.

«No me interesan los calendarios o fechas artificiales de retirada», prosiguió Bush. «Nosotros cumplimos nuestros objetivos», agregó.