La XVII Conferencia Internacional sobre Sida se inauguró ayer en la ciudad de México con la advertencia de que están en riesgo los compromisos para llegar a 2010 con el acceso a un tratamiento para los 33 millones de portadores.
«Después de tantos progresos el mundo no parece estar en el camino de cumplir el compromiso adoptado en el 2006 para un acceso para el tratamiento para todos en el 2010», advirtió en el acto inaugural el argentino Pedro Cahn, copresidente del foro que se realiza por primera vez en América Latina.
«No cumplir con esos compromisos tendrá consecuencias para millones de vidas; no se puede permitir, la victoria está todavía a nuestro alcance», subrayó Cahn.
El momento más emotivo del acto inaugural se produjo cuando habló Keren Dunaway González, una hondureña de 12 años que padece el VIH-sida, quien habló en nombre de los 33 millones de portadores.
«Muchos queremos ser médicos, maestros; yo quiero ser cantante, pero lograr esos sueños será posible cuando nos aseguren medicamentos, cuando nos acepten en los centros educativos y crecer en un ambiente sin violencia, estigma y discriminación», dijo Keren frente a unas 10 mil personas que la ovacionaron de pie.
Antes de declarar formalmente inaugurado el encuentro que recibirá a 22 mil personas, el presidente anfitrión Felipe Calderón, anunció que su gobierno decidió distribuir de manera gratuita los antirretrovirales para los infectados con el virus.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a su vez a los países más desarrollados aportaciones «de largo plazo y sostenidas» para enfrentar el sida, que afecta a casi dos millones de personas en América Latina.
A 27 años del inicio de la epidemia, «aún enfrentamos un enorme déficit de recursos», afirmó Ban.
«En la medida en que más gente reciba el tratamiento y viva más años los presupuestos deben crecer considerablemente en las próximas décadas», por lo que «en los países más afectados los donantes tendrán que proveer la mayoría de la financiación», añadió en el Auditorio Nacional.
La estigmatización y la discriminación contra los portadores de VIH es uno de los principales retos que planean discutir científicos, líderes y activistas durante la Conferencia, señaló a su vez otro de los copresidentes del foro, Luis Soto Ramírez.
Ambas conductas predominan en América Latina y «se ha convertido en uno de los principales obstáculos para enfrentar la pandemia», declaró Soto en una rueda de prensa previa a la ceremonia inaugural.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a los países más desarrollados aportaciones «de largo plazo y sostenidas» para enfrentar el sida, que afecta a casi dos millones de personas en América Latina.
A 27 años del inicio de la epidemia, «aún enfrentamos un enorme déficit de recursos», afirmó Ban al inaugurar en ciudad de México la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida (AIDS 2008).
«En la medida en que más gente reciba el tratamiento y viva más años los presupuestos deben crecer considerablemente en las próximas décadas», por lo que «en los países más afectados los donantes tendrán que proveer la mayoría de la financiación», añadió en el Auditorio Nacional.
Los adolescentes con sida tienen sueños, pero para cumplirlos les deben asegurar medicamentos, ser aceptados en las escuelas y no ser discriminados, dijo ayer Keren Dunaway González, una hondureña de 12 años que padece el VIH-sida.
«Muchos queremos ser médicos, maestros; yo quiero ser cantante, pero lograr esos sueños será posible cuando nos aseguren medicamentos, cuando nos acepten en los centros educativos y crecer en un ambiente sin violencia, estigma y discriminación», dijo Keren, que recibió la mayor ovación en el acto de apertura de la Conferencia Internacional del Sida.
De pie, los más de cinco mil asistentes al acto aplaudieron a la niña durante varios minutos en una ceremonia en la que hablaron personalidades como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente de México, Felipe Calderón.
«En esta etapa de la vida en que sentimos mariposas revolotear en nuestros estómagos necesitamos saber, estar informados», señaló Keren, cuyos padres también son portadores del virus del VIH-sida.
En su breve intervención, reclamó además los «gobiernos tomen en cuenta nuestra opinión y nuestras necesidades».