Presunto heredero desconocido


Una imagen en televisión muestra rostros de Kim Jong-Un, previsible sucesor de su padre. FOTO LA HORA: AFP JUNG YEON-JE

A los 27 años de edad, Kim Jong-Un, el casi desconocido hijo menor del presidente norcoreano Kim Jong-Il, podrí­a suceder a su padre al frente de la única dinastí­a comunista del mundo.


La cuestión de la sucesión del dirigente norcoreano, quien a su vez sucedió a su padre Kim Il-Sung, fundador del régimen, parece tanto más urgente cuanto su salud se ha deteriorado últimamente.

Este martes se abrió una conferencia excepcional del Partido de los Trabajadores de Corea, que se considera destinada a preparar la sucesión y nombrar a Kim Jong-Un en puestos claves del partido.

Pocas horas antes, el hijo del presidente fue nombrado general de cuatro estrellas, anunció la prensa oficial norcoreana, que mencionó por vez primera en esta ocasión su nombre.

Se sabe poca cosa del hijo menor de Kim, del que la única foto conocida data de diez años atrás.

Jong-Un habrí­a nacido en 1983 de la tercera esposa de Kim Jong-Il, una bailarina de origen japonés muerta a consecuencia de un cáncer.

Según los servicios de inteligencia sudcoreanos, estudió en Suiza, donde se aficionó al baloncesto.

En un régimen en el que el culto de la personalidad ha sido llevado al paroxismo, el aparato de propaganda prepara ya el advenimiento del nuevo dirigente, que serí­a designado con los tí­tulos de «joven capitán» o «joven general».

Kenji Fujimoto, cocinero japonés que trabajó mucho tiempo para Kim Jong-Il en Pyongyang, describe al joven como «hecho de la misma madera que su padre, su exacto retrato en lo que respecta a la cara, la corpulencia y la personalidad».

Elementos éstos que le habrí­an valido la preferencia de su padre, en detrimento de sus dos hermanos, el mayor Kim Jong-Nam y el mediano Kim Jong-Chul.

Kim Jong-Un no era citado por los analistas como el mejor situado en el orden de sucesión.

El favorito era considerado su hermano mayor, de 37 años de edad.

Pero éste perdió la preferencia de su padre desde su expulsión de Japón, donde trató de entrar con un pasaporte falso en 2001, incluso si posteriormente fue nombrado en un puesto importante del Partido de los Trabajadores en el poder.

Ya a principios de enero de 2009, la prensa sudcoreana anunciaba que Kim habí­a mamifestado su preferencia por el más joven de sus tres hijos, que habrí­a sido nombrado entonces en un puesto de responsabilidad del partido.

«Se considera que Jong-Un tiene el potencial necesario para convertirse en un dirigente fuerte, intransigente. Tiene la personalidad necesaria para asumir responsabilidades», estima Cheong Seong-Chang, especialista de Corea del Norte del Instituto Sejong de Seúl.

Según la prensa sudcoreana, la reciente visita a China de Kim Jong-Il, la segunda realizada este años, tení­a por objetivo obtener el apoyo de Pekí­n a la designación probable de su hijo.

El jefe de los servicios secretos sudcoreanos, Won Sei-Hoon, estimó que el mal estado de salud del dirigente norcoreano llevó a éste a acelerar el proceso de traspaso de poderes y hacer que su hijo participara cada vez más en los asuntos de Estado.