La presión ahora recae sobre el presidente Juan Manuel Santos para que acelere los esfuerzos para que suscriba un acuerdo de paz con las guerrillas después de asegurar su reelección como presidente en unas negociaciones que llevan 18 meses con el propósito de terminar un conflicto armado que ya cumple medio siglo.
Santos prometió dedicar todas sus energías a la consecución de la paz. Pero, a diferencia de su primer mandato de cuatro años, ahora podría enfrentar una fuerte oposición en el Congreso proveniente de los seguidores de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), el expresidente de línea dura considerado por muchos como el verdadero rival del mandatario reelecto en segunda vuelta celebrada el domingo.
Santos derrotó al candidato elegido a dedo por Uribe, el ex ministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga, con el 51% de los votos emitidos, más de 900.000 sufragios mientras que más de 600.000 votantes, o un 4%, votaron en blanco como protesta.
En la primera vuelta, celebrada hace tres semanas, Zuluaga obtuvo más votos que Santos, pero el mandatario aseguró su reelección por reunir lo que los analistas llaman una impresionante maquinaria política, especialmente en la costa Caribe colombiana. La izquierda también lo respaldó.
Mientras Zuluaga admitió gentilmente su derrota, Uribe puso el grito en el cielo la noche del domingo diciendo que en las elecciones hubo «artillería y munición, plata y fraude» sugiriendo que la campaña de Santos utilizó a los rebeldes izquierdistas para intimidar a los votantes.
Observadores electorales independientes no reportaron irregularidades mayores y el jefe de la misión electoral de la Organización de Estados Americanos, el ex presidente de Costa Rica José María Figueres, dijo el lunes que no había recibido ninguna queja formal de parte de Uribe.
Figueres dijo que la votación del domingo fue catalogada por la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, como un hecho «positivo e histórico».
Se espera que Uribe se convierta en el jefe de la oposición pues obtuvo una curul en el Senado colombiano que iniciará sus labores el próximo mes. El lunes endureció su ataque en una entrevista radial en la que acusó al actual mandatario de convertir la compra de votos en una institución nacional.
«No se veía votantes en la calle», dijo. «Ahí hay una clara compra de votos y un claro fraude».
Santos no respondió de inmediato a estas acusaciones.
En la noche del domingo, Santos dijo al país que su victoria reafirmó su mandato de ser el líder que puede llevar a Colombia a transitar por un momento histórico de manera exitosa: declarar el fin a un devastador conflicto que ha cobrado más de 200.000 vidas.
«A eso dedicaré todos mis energías y todas las energías de mi gobierno», dijo Santos. «En cuatro años nadie se va a arrepentir de haber votado por nosotros».
Fuera de la resistencia en las toldas de Uribe, Santos podría enfrentar la oposición de los legisladores del Partido Conservador en la eventualidad de que crean que el gobierno esté dando demasiadas concesiones a los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
Uribe y Zuluaga han dicho que Santos tiene la intención de dejar impunes los delitos cometidos por los guerrilleros, algo que el presidente niega. Sin embargo, los líderes de las FARC han dejado en claro que no tienen intención de ir a la cárcel a purgar penas.
Hasta el momento, las dos partes han llegado a acuerdos marco sobre una eventual reforma agraria, el desmantelamiento del narcotráfico y para garantizar la participación política de los rebeldes. El gobierno dice que ha completado la mayor parte de la agenda de negociaciones, pero las conversaciones han sido secretas y Santos ha sido muy criticado por no comunicar bien a los colombianos lo que ganarían con la firma de la paz.
Entre los principales temas a resolver están el que los líderes de las FARC acepten su responsabilidad por los crímenes cometidos durante la guerra, algo en lo que Santos cree. Dice que todos los actores del conflicto deben rendir cuentas así como desarmarse, una condición inamovible de parte del gobierno.
Aunque Santos pueda llegar a un acuerdo de paz, no sólo el Congreso tiene que avalarlo sino también los votantes, a quienes se les ha prometido que lo validarán en un referendo.
«El referendo es ponerse la soga al cuello sin necesidad», dijo Javier Ciurlizza, director regional del International Crisis Group. «‘No he visto ningún país donde haya habido un acuerdo de paz que se haya sido sometido a eso».
El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, aseguró durante un encuentro en Bogotá con el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, que nada lo «haría más feliz» que regresar al país sudamericano para hacer parte de la eventual firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.
En unas cortas declaraciones dadas a medios nacionales e internacionales en la céntrica Casa de Nariño (sede de gobierno colombiano), Biden, quien llegó en la noche del martes a la capital colombiana, reiteró el apoyo de su país a los diálogos que el ejecutivo celebra desde finales de 2012 en Cuba con las FARC.
«Yo sé que todavía falta mucho que hacer por delante, pero yo estoy plenamente seguro de que usted (presidente) tiene toda la determinación y que todo se hará para beneficio del pueblo colombiano. Nada me haría más feliz que regresar a Colombia para la firma de ese proceso de paz», señaló el norteamericano.
«Así como los Estados Unidos apoyaban a los líderes colombianos en los campos de batalla, lo apoyamos a usted (presidente) en las mesas de negociaciones para que termine el conflicto de 50 años del país», dijo Biden al referirse al Plan Colombia, programa de cooperación implementado en 2002 para combatir el narcotráfico y la guerrilla.
El funcionario norteamericano, que visitó Brasil, República Dominicana y Guatemala en una gira por Latinoamérica, agregó que «a medida de que Colombia llegue al equilibrio justo entre la paz y la justicia, Estados Unidos lo apoyará siempre».
A su turno, el mandatario colombiano, quien renovó su mandato para el periodo 2014-2018 tras ganar la segunda vuelta presidencial del pasado domingo y que tiene como principal objetivo finalizar con éxito el proceso de paz con las FARC e iniciar un diálogo formal con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), expresó su agradecimiento por el respaldo estadounidense.
«Yo quiero también agradecerle al vicepresidente Biden y al gobierno norteamericano su apoyo al proceso de paz. Me lo ha reiterado. Es algo para nosotros muy importante, estamos en una fase que ellos saben que es fundamental y el apoyo de Estados Unidos a este proceso lo consideramos de inmensa importancia», manifestó el mandatario.
Finalmente, Santos, quien además discutió con Biden temas bilaterales como la interconexión eléctrica, el comercio y la educación, entre otros, confirmó que el país norteamericano ya inició un proceso de eliminación de visa para los colombianos.
El diálogo entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deja como resultado acuerdos preliminares en los puntos referidos al desarrollo agrario integral, la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen y la solución al problema de las drogas.
Actualmente las partes discuten sobre el reconocimiento y la reparación de las víctimas, al tiempo que el gobierno realiza una «fase exploratoria» de conversaciones con el ELN anunciada hace una semana.
“INVITARÉ A TODOS”
El presidente Juan Manuel Santos extendió una invitación a todos los sectores de su país para que participen en la construcción de la paz. “Lo que debo hacer es invitar a todos a que participen en esa construcción de la paz, en este proceso, que me ayuden a ponerle fin a este conflicto”, expresó el Mandatario.
Durante una rueda de prensa cumplida en la Casa de Nariño, el Jefe de Estado calificó a la oposición como “una ducha de agua fría” que constituye un polo a tierra para su Gobierno.
“Los gobiernos necesitan oposición, yo he considerado la oposición como la crítica de ustedes los periodistas, como algo necesario para cualquier democracia, para cualquier gobierno”, sostuvo el Presidente Santos.
Señaló, finalmente, que es bienvenido el apoyo de otros grupos políticos al proceso de paz, porque el compromiso por la paz es de todos los colombianos.
MÁS INTENSISAD
Santos, dijo que el mandato expresado por los colombianos lo obliga a ponerle alma, vida y sombrero al proceso de paz que adelanta con la guerrilla.
La aseveración fue hecha en rueda de prensa con periodistas nacionales e internacionales cumplida en la Casa de Nariño.
“Creo que lo que sucedió ayer nos da una señal de un mandato. Yo he estado encima de este proceso desde el comienzo, pero este mandato que escuchamos ayer me obliga a ponerle alma, vida, y sombrero a este proceso. Y a partir de este momento eso es lo que voy a hacer”, aseguró el Jefe de Estado.
El Mandatario indicó que a partir de este momento su prioridad es sacar adelante el proceso de paz porque eso es lo que quiere el pueblo colombiano.
“Voy a dedicarme con más intensidad a sacarlo adelante, eso es lo que quiere el pueblo colombiano, eso es lo que quiere la región, eso es lo que quiere el mundo, y esa debe ser mi prioridad a partir de hoy”, puntualizó el Presidente.
NUEVO EJÉRCITO
Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional serán objeto de un proceso de modernización y fortalecimiento, anunció el Santos, en una declaración de prensa en el Casa de Nariño.
“Hoy tenemos las Fuerzas Armadas mejor equipadas de nuestra historia, mejor preparadas de nuestra historia y nuestra intención es mantener esas capacidades, mejorarlas y adecuarlas a ese nuevo futuro, por eso hablamos de modernización”, explicó el Mandatario.
Por ejemplo, dijo el Presidente Santos, en el caso del Ejército, “es un Ejército que está entrenado, preparado durante mucho tiempo, para afrontar una guerra irregular, una guerra asimétrica; por supuesto, ese activo que tiene se va a mantener, inclusive, se va a utilizar hacia el futuro cuando las circunstancias así lo permitan para poder realizar misiones en el exterior”.
El Jefe de Estado señaló que Colombia es un país con un gran conocimiento y experiencia en la lucha contra el narcotráfico y el crimen y que eso lo están aprovechando otros países, por eso también es importante fortalecer las Fuerzas Militares y de Policía.
Y agregó: “Ese es un activo que nosotros vamos a utilizar hacía el futuro y parte del futuro de nuestras Fuerzas está ahí, en la utilización de esos activos, también en el proceso de modernización se está preparando como Fuerzas Armadas para mantener presencia en todo el territorio nacional. Eso es una necesidad”.
En ese sentido, afirmó el Jefe de Estado, no puede hablarse de reducción de las Fuerzas, “todo lo contrario, se puede hablar de fortalecimiento y aumento de sus capacidades para mantener la paz el día de mañana y garantizarla hacía el futuro”.
Fuente: Presidencia.gov.co