El presidente Juan Manuel Santos restituyó el miércoles en el cargo al suspendido alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en cumplimiento de una decisión judicial.
«Los jueces me ordenan restituir al alcalde Petro y he firmado el decreto correspondiente para que se restituya en su cargo al alcalde», dijo Santos durante un evento público en la Casa de Nariño o sede de gobierno.
Según el jefe de Estado, su determinación «simplemente es el cumplimiento de la ley, no tengo alternativa. A algunos les puede gustar, a otros no».
Desde que Petro fue removido, Santos nombró de manera interina en la alcaldía bogotana al ministro de Transporte, Rafael Pardo, y luego a María Mercedes Maldonado, quien fue funcionaria de la administración Petro. En poco más de un mes Bogotá tuvo tres alcaldes.
El mandatario enfatizó que «mi obligación, como presidente de la república, es acatar la ley y lo que los jueces dispongan».
El jefe de Estado llamó la atención sobre la utilización en Colombia del recurso extraordinario de tutela, que fue el que hizo que Petro regresara al cargo. «Creo que esta es una oportunidad para que todos reflexionemos acerca de la regulación del ejercicio de los mecanismos de defensa judicial, de los mecanismos sobre la tutela… El uso indiscriminado puede conducir a un escenario de inseguridad jurídica y puede conducir a un caos administrativo y político», dijo.
En ese sentido recordó que anteriormente 32 tutelas habían sido falladas en contra de Petro a propósito del decreto por medio del cual él como presidente firmó su destitución. Pero advirtió que la víspera una tutela le dio la razón al alcalde. «Estoy obligado a cumplirla y de eso se trata la democracia», sostuvo.
En tanto, desde el puerto de Cartagena, a 650 kilómetros al norte de la capital, el nuevamente alcalde Petro dijo a los periodistas que «creo que al presidente le dijeron algo que no correspondía a la realidad y (hace un mes) tomó una decisión equivocada que ahora se corrige; espero que la corrección sea a fondo».
Según el burgomaestre, «Colombia hasta ahora había hecho gala de respetar decisiones del sistema interamericano; la única excepción se produjo respecto a la protección de los derechos del alcalde de Bogotá».
Uno de los asesores de Petro dijo telefónicamente a The Associated Press que se estima que el funcionario regrese a Bogotá por la tarde para volver al cargo que asumió el 1 de enero de 2012 y que vence el 31 de diciembre de 2015.
El martes, el Tribunal Superior de Bogotá le había ordenado a Santos restituir a Petro en el puesto luego de considerar que el gobierno estaba obligado a acoger medidas cautelares en favor del burgomaestre emitidas a mediados de marzo por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington.
El fallo del mencionado alto tribunal bogotano puede ser apelado ante la Corte Suprema de Justicia.
El presidente había hecho efectiva la destitución de Petro el 19 de marzo siguiendo un fallo del 9 de diciembre de 2013 del procurador general Alejandro Ordóñez, quien había destituido a Petro por presuntas irregularidades cometidas en diciembre de 2012 en el manejo de la recolección de basura de la capital.
Petro, un exguerrillero de 54 años del pacificado Movimiento 19 de Abril o M-19, ha desmentido esos cargos y ha dicho ser víctima de las posturas políticas y religiosas del procurador Ordóñez, un funcionario que se ha hecho famoso por su actitud ultraconservadora.
El congresista de izquierda Iván Cepeda dijo haber recibido con agrado tanto la determinación del Tribunal Superior de Bogotá como la del presidente Santos. «Es una decisión muy importante además de significativa que va en el sentido de la defensa de los derechos del alcalde Petro y de su administración».
Según el parlamentario del Polo Democrático Alternativo, «yo espero que esa decisión se consolide y que el sistema interamericano de derechos humanos pueda examinar el caso de Petro y fallar de fondo en la instancia en la Corte Interamericana».
Pero para el ex alcalde de Bogotá Jaime Castro, «es un verdadero sainete judicial, propio casi de una república bananera… y todo esto repercute en las condiciones y la calidad de vida de ocho millones de bogotanos».
Para Castro, «es claro que en este momento no hay gobierno en Bogotá… Es muy preocupante que en menos de 40 días ha habido tres alcaldes».
La alcaldía de Bogotá es el segundo cargo de elección popular más importante del país después de la presidencia de la república.
Tanto la destitución como la restitución en el cargo de Petro fueron decisiones tomadas por Santos a escasos días de las elecciones presidenciales que se celebrarán el 25 de mayo. Santos, un economista de 62 años, aspira a ser reelegido por cuatro años más como presidente de Colombia.