El presidente afgano Hamid Karzai instó hoy a los insurgentes a abandonar la violencia y aceptar los ofrecimientos de reconciliación del gobierno en ocasión de una festividad musulmana.
Karzai habló un día después que el líder del Talibán, el mulá Mohamed Omar, divulgó su propio mensaje por la fiesta de Eid al-Adha, en que amenazó incrementar las operaciones rebeldes y se negó a dialogar con el gobierno. El martes, los insurgentes mataron a dos afganos vinculados con el gobierno y a un soldado de la OTAN.
El presidente ha incrementado sus acercamientos al Talibán en el último año como parte de un esfuerzo por entablar negociaciones. Ofreció retirar a los combatientes talibanes de las listas negras de viajes y establecer un consejo de paz como organismo formal de mediación.
«Solicito y espero que todos nuestros hermanos y compatriotas que están disgustados o que han tomado las armas contra su gente y su país por cualquier motivo que acepten los esfuerzos de paz del pueblo afgano y acepten una vida feliz y segura por medio del Alto Consejo de Paz», dijo Karzai.
Karzai habló frente a la mezquita del complejo presidencial y conversó con la prensa después de orar junto con ministros, legisladores y altos funcionarios de su gobierno.
El martes comenzó Eid al-Adha, la fiesta del sacrificio, en que los musulmanes tradicionalmente matan ovejas y vacas en recuerdo del ofrecimiento de Ibrahim (Abraham) a Dios de sacrificar a su hijo.
El Talibán ha insistido en que no negociará y el mulá Omar lo reiteró en su mensaje, que fue distribuido por correo electrónico a los medios de prensa un día antes del comienzo de la festividad.
«Las afirmaciones sobre negociaciones, la flexibilidad en la posición del Emirato Islámico, son mera propaganda infundada», dijo el mulá. «El enemigo quiere ocultar su fracaso en Afganistán suscitando esperanzas vacías en los corazones del pueblo». El Talibán suele autodenominarse Emirato Islámico de Afganistán.
Omar también pidió fondos a los musulmanes en el mundo, un indicio que la ofensiva de la OTAN podría estar perjudicando a los milicianos más de lo que éstos han dejado entrever.