El presidente Evo Morales rechazó hoy las disculpas de la organización no gubernamental danesa IBIS, a la que en diciembre el gobierno boliviano había expulsado del país por supuestamente dedicarse a dividir a las organizaciones indígenas.
«El gobierno se ha reunido con el representante de IBIS Dinamarca y el representante se ha sorprendido de cómo se ha manejado su plata (dinero), así que la conspiración no se perdona», dijo Morales en rueda de prensa, tras la pregunta de un periodista sobre si aceptaría las disculpas de la organización.
«Debo admitir que nosotros, como IBIS, hemos cometido errores y he pedido disculpas, en reuniones y por escrito, por estos actos que no están en consonancia con la política de nuestro trabajo en Bolivia. También parece que hay algunos malentendidos que estamos tratando de aclarar», había señalado el secretario general de la organización, Vagn Berthelsen, en un comunicado publicado por el diario Página 7. La organización no dio su versión a The Associated Press por una agenda apretada del encargado.
En diciembre, el ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana acusó a IBIS de dedicarse a «dividir a las organizaciones indígenas».
«Abusó de la hospitalidad y el gobierno se ha cansado de tolerar su intromisión. Por eso hemos decidido expulsarla del país», agregó entonces.
Berthelsen llegó a Bolivia hace cinco días y se reunió con el ministro y otras altas autoridades bolivianas a las que les explicó «lo que fue con intención y lo que fue sin intención».
La expulsión se produce en momentos de una dura pugna en el interior del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qollasuyo, la mayor organización indígena de occidente, entre una facción oficialista y otra opositora al gobierno, está última respaldada por IBIS.
Es la segunda expulsión de un organismo internacional en 2013. En mayo, Morales expulsó a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) por las mismas razones.
IBIS apoya con fondos a una veintena de proyectos a través de organizaciones indígenas, universidades e instituciones de investigación, algunas de las cuales tienen una línea crítica al gobierno de Morales.
Algunas organizaciones indígenas acusan al gobierno de traicionar sus luchas y dividirlos. El caso más conocido es el rechazo de un grupo de nativos amazónicos al proyecto de Morales de construir una carretera por medio de su territorio declarado parque nacional en el centro del país. El gobierno dijo que la carretera sacará de la pobreza a los indígenas más relegados.