El presidente de Nigeria, Umaru Yar»Adua, dio una primera «prueba de vida» hoy al asegurar a la radio BBC que está «mejor», en momentos en que su hospitalización en Arabia Saudita desde hace 50 días provoca rumores y llamados a la dimisión.
En la breve conversación con la BBC, el presidente de Nigeria, de 58 años, que tiene problemas de salud desde hace años, aseguró que estaba «mejor».
Era la primera vez que se escuchaba su voz desde su hospitalización, el 23 de noviembre, a causa de una grave afección cardíaca.
«Estoy mejor gracias al tratamiento. Espero que pronto haya grandes progresos, lo que me permitirá volver» (a Nigeria), declaró el mandatario, sin dar más detalles.
Aunque se escuchó su voz, desde que partió precipitadamente hacia Yedá no se ha difundido ninguna imagen suya, ya sea foto o video.
El hecho de que haya hablado para probar que está vivo «no cambia prácticamente nada y no dice gran cosa sobre su estado de salud», declaró a la AFP el portavoz del principal partido de oposición, Lai Mohamed.
Sea o no una coincidencia, esta conversación tuvo lugar el mismo día que, por primera vez, las dos cámaras de la Asamblea Nacional -el Senado y la Cámara de Representantes- deben discutir en Abuja la crisis institucional ocasionada por su estado de salud y su prolongada ausencia.
Paralelamente, una manifestación dirigida por el escritor nigeriano y Premio Nobel de Literatura Wole Soyinka está prevista ante el parlamento para protestar contra el «vacío» en la jefatura del Estado.
Este «vacío» comienza a preocupar seriamente a los medios empresariales.
«Muchos inversores están preocupados y se preguntan cómo administrar la situación», declaró el martes el presidente de la asociación de industriales nigerianos, Bashir Borodo.
Ayer, ante los rumores sobre la muerte del mandatario, su portavoz, Según Adeniyi, intervino para asegurar que el presidente del país más poblado de Africa (150 millones de habitantes) estaba vivo.
«El presidente está vivo y está mejor. Está consciente, puede hablar, incluso hizo llamadas telefónicas a diversas personas en Nigeria», declaró Adeniyi a la AFP.
En las últimas semanas, muchas personas pidieron que Yar»Adua dimita o delegue temporalmente sus poderes en el vicepresidente Goodluck Jonathan. El jefe del Estado no lo hizo antes de partir, creando una parálisis institucional.
Por otra parte, como destacó un diplomático, Nigeria preside actualmente la Comunidad Económica de Estados de Africa del Oeste (CEDEAO) y desde el 1 de enero es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente del Senado y número tres del país, David Mark, un general retirado, podría decidir, según la prensa, enviar un equipo médico a Yedá para constatar el estado de salud del presidente para tomar una decisión.
Desde su elección, en abril de 2007, Umaru Yar»Adua ha estado hospitalizado cuatro veces. En plena campaña electoral fue transportado de urgencia a Alemania para recibir un tratamiento.
La cuestión de la salud del mandatario, un tabú hasta hace poco tiempo, ocupa actualmente las portadas de toda la prensa. «Â¿Vivo o muerto?», tituló el martes The Punch. Esta cuestión está en el centro de una polémica nacional en un país habituado desde hace décadas a tener un poder central fuerte.
Dos semanarios exhibían el lunes títulos que otrora hubieran desencadenado la cólera del poder político y probablemente un allanamiento policial. «Ha llegado la hora de partir», afirmaba Tell, mientras que The News iba más lejos, refiriéndose a una «banda de los cuatro» que en los hechos dirigiría el país, incluyendo a la esposa del presidente.
Tres británicos y un colombiano secuestrados en el sur de Nigeria
Tres británicos y un colombiano fueron secuestrados hoy en el sur de Nigeria, la región petrolera del país africano, informó una fuente de seguridad nigeriana.
Los cuatro hombres fueron secuestrados a las 07H30 (06H30 GMT) cerca de Port Harcourt, la capital del estado de Rivers.
Según un portavoz policial, Rita Abbey, el policía que los escoltaba murió en la emboscada y el chofer resultó herido.
Los tres británicos y el colombiano trabajaban en un proyecto de gas de la multinacional Shell, precisaron las fuentes.
El último secuestro de trabajadores expatriados en el sur de Nigeria se remonta a julio pasado. Por esas fechas el presidente nigeriano Umaru Yar»adua propuso una amnistía a los grupos armados que operan en el Delta del Níger para poner fin a la violencia y a los secuestros.
En octubre, el Movimiento de Emancipación del Delta del Níger, principal grupo armado del sur de Nigeria, decretó un alto el fuego indefinido para «promover el diálogo» con el gobierno.
El movimiento hizo bajar un tercio la producción petrolera de Nigeria con las acciones emprendidas desde 2006.
La ausencia por enfermedad del presidente nigeriano desde hace mes y medio podría, según varios analistas, reactivar la violencia en el Delta del Níger, dado que el proceso de amnistía se encuentra en punto muerto.