Sectores de aficionados del Espanyol imitaron el domingo sonidos de monos cada vez que el defensor brasileño del Barcelona Daniel Alves tocaba el balón, pero el presidente del Espanyol elogió el comportamiento del público durante el clásico de la ciudad.
«Creo que a veces esto no se puede controlar desde el Consejo de Administración», dijo el presidente Ramón Condal según la agencia Europa Press.
«Obviamente a mí no me gusta, pero debo decir que, en general, el comportamiento de ambas aficiones ha sido de diez», agregó. «Desde luego, si se puede hacer algo contra esto, se hará».
Alves, quien es de raza negra, dijo a la Radio Catalunya que no escuchó los ruidos durante el partido en el estadio Cornellá-El Prat del Espanyol, que terminó 1-1.
El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, lamentó los gritos pero dijo que la respuesta debe venir del club local.
«Creo que esto le corresponde al presidente del Espanyol, nosotros somos los visitantes», dijo Rosell, según la misma agencia. «…lo que está claro es que, gustarnos, no nos gustan».
Por su parte, el técnico argentino del Espanyol, Mauricio Pochettino, dijo que el racismo «es algo que queremos erradicar en todos los campos de fútbol».
Los clubes ingleses Liverpool y Chelsea están actualmente enredados en escándalos sobre presuntos insultos racistas proferidos por sus jugadores y, en el caso del primero, por simpatizantes.