Las declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien consideró que la lucha armada de la guerrilla de las FARC está «fuera de orden», es, según expertos, un cambio de táctica y no de estrategia, motivado por las elecciones regionales de noviembre y la necesidad de lavar su imagen internacionalmente.
Ayer, meses después de pedir que esta guerrilla colombiana fuera considerada un grupo beligerante en lugar de terrorista, Chávez aseguró que en la América Latina de hoy «está fuera de orden un movimiento guerrillero armado» y pidió la liberación incondicional de todos los rehenes de las FARC.
«Chávez es un militar, ha analizado una coyuntura, interna y externa, que no le es favorable y ha visto que es necesario un giro táctico que no debe ser interpretado como un cambio radical en sus posiciones», declaró el analista internacional Carlos Romero.
En los últimos meses, las relaciones entre Colombia y Venezuela fueron muy tensas debido en gran parte a unos ordenadores que habrían pertenecido al ex número dos de las FARC, Raúl Reyes, y que, según Bogotá, vincularían de forma comprometedora a Chávez con el movimiento insurgente.
«Las declaraciones de Chávez no contradicen lo que hemos venido diciendo. El presidente sólo reiteró que las armas no cambiarán la situación de los desposeídos colombianos y que debe optarse por la lucha política», declaró Francisco Arias Cárdenas, viceministro de Relaciones Exteriores para América Latina.
Según este responsable venezolano, el mandatario quiso «aclarar» y «fortalecer» la posición «tradicional» de Venezuela, «por si había alguna duda» al respecto.
«Las FARC ya liberaron a rehenes y el presidente desea que este proceso se acelere y que haya un encuentro y una negociación, en la que se involucren otros países para garantizar que las dos partes en conflicto respetan sus compromisos», agregó.
Entre enero y febrero de este año, las FARC entregaron a Chávez seis rehenes civiles, liberados incondicionalmente. Pero según estos expertos, el mandatario venezolano está «fuera de juego» en este momento y él mismo ha reconocido que perdió sus contactos con las FARC de cara a nuevas liberaciones.
Con sus declaraciones del domingo, Chávez se acerca también a la posición de su aliado y mentor, Fidel Castro, que ya reconoció hace años las limitaciones de la lucha armada para movimientos como las FARC.
«Chávez pone una barrera entre él y las FARC, porque su supuesto apoyo a la guerrilla es tremendamente impopular dentro del país y en el exterior, sobre todo después del asunto de los ordenadores» confiscados a la guerrilla, explicó Luis Vicente León, responsable de la firma Datanálisis.
El ex presidente polaco y premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, de visita en Ecuador, arremetió nuevamente contra Hugo Chávez y opinó que a diferencia del mandatario venezolano, Fidel Castro es un hombre inteligente que «eligió una forma equivocada de gobernar a Cuba».
El líder sindical describió a Chávez como «un demagogo y populista que engaña a la gente pobre» y aseguró que nunca le ha interesado entrevistarse con el jefe de Estado.
«La última vez que vine a América Latina había una oferta para que vaya a Venezuela, para entrevistarme con el presidente Chávez pero yo la rechacé porque no me gusta encontrarme con gente de este tipo», dijo Walesa en una entrevista con el canal Ecuavisa, según su intérprete.
No obstante la amistad entre Chávez y Castro, ahora retirado del poder en Cuba, Walesa estimó que «al contrario del presidente venezolano», Castro «es una persona muy inteligente, aunque escogió un camino malo».
«Castro creyó que el sistema comunista es un buen sistema, y al principio trataba de implementar los ideales comunistas porque es verdad que en aquella época y ahora también hay muchos capitalistas que hacen daño a los trabajadores, y claro que hay que luchar con esa gente mala», indicó.