El escándalo financiero en el Congreso de la República ha sido bien aprovechado por los diputados que se perfilan como aspirantes a la Presidencia del Legislativo.
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Aunque para algunos resulta un poco temprano, para los que tienen algunos años de experiencia en ese organismo saben que el receso parlamentario es el momento indicado para iniciar los cabildeos.
La extensa lista de candidatos a la Presidencia del Congreso se ha reducido significativamente con la ola de críticas generada con el escándalo financiero, que se traduce en Q82 millones depositados en una casa de bolsa y que se encuentran en proceso de devolución.
Los candidatos
Según diputados de bloques minoritarios y otros que prefieren mantener bajo perfil, la batalla se librará entre Arístides Crespo, del FRG, Roxana Baldetti del Partido Patriota y Rubén Darío Morales.
El primero tiene la intención de demostrar el orden y disciplina, característico de su partido, ahora que se desenvuelve como presidente en funciones, aunque para sus adversarios, esta es la oportunidad perfecta para dejar que su imagen se desgaste.
Al mismo tiempo, Roxana Baldetti es la figura del Partido Patriota que cobra mayor fuerza, según el equipo de diputados encargados de promocionarla y que prefirieron el anonimato para mantener la directriz de la bancada, sobre no divulgar los planes hacia futuro y la estrategia a utilizar.
El último de los candidatos es Rubén Darío Morales, el elegido por los bloques minoritarios y quien, aparentemente cuenta ya con más de 90 votos.
No obstante, la táctica de sus adversarios es restarle simpatía y liderazgo con información sobre la ejecución presupuestaria del año pasado, cuando fungió como Presidente del Congreso.
Hacia el protagonismo
Según expertos en materia legislativa, quienes prefieren mantenerse al margen del escándalo financiero y emitir opinión sin dar a conocer su nombre, los tres candidatos envuelven intereses similares, pero los privilegios por tan codiciado lugar, los hacen aferrarse a los problemas surgidos recientemente en el Congreso, para utilizarlos como una vía hacia el protagonismo.
Debido a la secretividad con que cada aspirante maneja su táctica, por ahora, los equipos de asesores encargados de promover la figura de cada uno, se reúnen fuera del Congreso, por separado. La elección de presidente del Legislativo, se realiza cada mes de octubre, cuando el período está por culminar y los condicionamientos sobre los votos para aprobar el Presupuesto de la Nación, son a veces, parte del paquete de apoyo que cada bloque negocia.