Presentan informe sobre el impacto de actividades ilí­citas en la economí­a


El informe anual del PNUD ofreció estadí­sticas sobre el impacto del crimen organizado en el desarrollo humano. FOTO LA HORA: Fí‰LIX ACAJABí“N

La economí­a del crimen o la no observada es de 10.1 por ciento del Producto Interno Bruto

Flor de Marí­a Ortiz
florortiz@lahora.com.gt

De un monto de 3 mil 286 millones de dólares son las actividades económicas asociadas a transacciones ilí­citas en el paí­s, las cuales incidieron en un aumento del consumo sin contraparte de producción y empleo, un desestí­mulo al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) formal y una renuncia tributaria.

El Fondo Monetario Internacional y CEPAL abogan por que se permita evidenciar la segmentación del mercado en actividades «observables» y «no observables» que tienen un fuerte impacto sobre el consumo y el ahorro agregados, sobre el sistema de precios y la reducción tributaria.

Se hace énfasis en la economí­a no observada, donde se encuentran el narcotráfico, el crimen organizado, el soborno, la extorsión, el lavado de dinero, el robo y el tráfico de mercaderí­a robada; que ha sido objeto de un minucioso análisis por parte de muchas economí­as como punto relevante de actividades de transacción no observadas que generan grandes fuentes de ingresos.

La economí­a «no observada» o ilegal tiene las caracterí­sticas de ser versátil y flexible de su organización, rasgos que le permiten eludir las regulaciones nacionales, posibilitando cambios en su estructura al trasladar las bases de suministros, alterar las rutas de transporte y encontrar nuevos lugares de residencia.

El licenciado Arturo Montenegro, autor del debate sobre la economí­a del desarrollo, indica: «pareciera que la seguridad fuera el poder intercambiar, acumular bienes, cobrar los sueldos y llegar a la casa con seguridad, desplazarse por las calles con seguridad, enviar mercancí­a de un lado a otro con seguridad, depositar dinero en un banco y estar seguros que no habrá fraude; ante esto se dio por sentado que la economí­a criminal existe y que esta allí­, y si los Estados no son capaces de enfrentar, limitar y eliminar la economí­a criminal, estarí­a siendo una situación muy problemática», concluyó.

Para el caso de Guatemala, particularmente sobre algunos flujos de recursos financieros de origen ilegal que se mueven en su interior a través de numerosos actores económicos que producen, comercian y consumen drogas ilí­citas.

El tema del narcotráfico obliga en un futuro a adoptar un enfoque multidisciplinario, ya que se toca aspectos de polí­tica interna e internacional.

La sociedad experimenta desde hace dos décadas una escala de acciones ilegales que se traducen en pérdidas para algunos sectores.