«Knut», el cachorro de oso polar rechazado por su madre al nacer, hizo hoy su primera aparición pública en el Zoológico de Berlín ante las cámaras de todo el mundo y una multitud de curiosos que vino a rendir homenaje a este nuevo fenómeno mediático internacional.
Bajo un cielo soleado, «Knut», de tres meses y 18 días, se paseó por el cesped y sumergió sus patitas en un estanque del predio reservado a los osos pardos del zoológico ante la mirada del público y en compañía del ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, quien ofició de padrino en su presentación.
«Me alegro mucho de este padrinazgo, porque ningún otro animal simboliza tanto el cambio climático como este osezno. Sin hielo no hay osos polares», enfatizó el ministro al hacer referencia a las perturbaciones causadas por el calentamiento del clima en el planeta.
La cría nació el 5 de diciembre pasado, con un peso de 810 gramos, y tenía un hermano gemelo, que murió poco después de haber sido rechazado por su madre («Tosca»), una osa de 20 años que vive también en el Zoológico de Berlín junto con «Lars», el padre de «Knut».
Los veterinarios del establecimiento salvaron a este ejemplar disponiendo que un cuidador se encargara personalmente de darle el biberón y de prepararle comidas especiales hasta que fuera lo suficientemente fuerte como para valerse por si solo.
Casi cuatro meses después, «Knut» pesa cerca de 9 kilos, corretea y juega con su cuidador, Thomas Doerflein, y da muestras de estar muy a gusto en el zoológico.
Algunos expertos temen que el oso no pueda sobrevivir por mucho tiempo, debido a que no fue criado por su madre o que pueda tener «problemas de comportamiento de por vida».
Pero otros veterinarios son optimistas y siguen muy de cerca la evolución del cachorro, al que no colocaron todavía en el recinto destinado a los osos polares por temor a que su progenitora pudiera devorarlo.
La presentación pública de «Knut» fue transmitida en directo por la televisión regional de Berlín-Brandemburgo (RBB) y camarógrafos de todo el mundo se apostaron ante el terreno para captar los primeros paseos del osezno, de pelo blanco como la nieve y enternecedores ojos negros.
«Knut pertenece a todos los berlineses. Vemos en él a un embajador de la ciudad en la discusión mundial sobre la problemática del cambio climático», dijo durante la presentación el director del Zoológico de Berlín, Bernhard Blaszkiewitz.
El público en general podrá visitar a «Knut» diariamente durante dos horas. «Preferimos limitar las visitas, para no extenuar al osezno con la presencia de tantos curiosos», dijo el director del zoo.
El Zoológico de Berlín, uno de los más grandes de Europa, espera la presencia de entre 200 mil y 300 mil visitantes adicionales para ver al osezno.
El entusiasmo por «Knut» ha alcanzado entretanto el mercado musical de Berlín. Un disco compacto acaba de ser lanzado por un sello grabador con una canción titulada «Knut es bueno» e inspirada en el cachorro de oso polar y sus primeras amistades en el zoológico. Una parte de las ventas del disco será destinada a ayudar al establecimiento en la alimentación y cuidado de «Knut».