Presencia de las redes sociales de la migración


La decisión de emigrar no se adopta de inmediato. Requiere meditación individual, colectiva o familiar. En hombres y mujeres hay incertidumbre por situaciones de trabajo desconocidas y el peligro de ser devuelto, pero también es una oportunidad para conseguir un mejor trabajo y, por lo tanto, tener un salario y aprovechar otros factores como lograr una mejor educación, entre otros. El paí­s receptor gana pues, obtiene talentos y habilidades humanas. La nación de origen expresa sus limitaciones socioeconómicas, junto al hecho de que sus ciudadanos y ciudadanas no logran desarrollarse en su patria.

Carlos Cáceres
ccaceresr@prodigy.net.mx

La determinación de emigrar se toma después de realizar consultas con los familiares. Son los seres más cercanos con estrechas relaciones. Si esta situación se desarrolla o no, se puede realizar otro conciliábulo con amistades. Acá entra en juego el compañerismo. Otro aspecto se expresa con la solicitud de ayuda a los paisanos, donde se encuentran experiencias e identidades comunes y posibilidades para trabajar en otro paí­s. Los factores señalados tienen el significado de establecer ví­nculos generadores de información y apoyos. Estos factores integran las redes sociales. Massey Douglas en su libro Los ausentes ubica a la red social como «(…) un grupo de personas vinculadas por una relación especí­fica. La relación puede ser definida por la proximidad geográfica o por poseer caracterí­sticas comunes». También «(?) implica un proceso de construcción permanente tanto individual como colectivo».

Las redes sociales de la migración responden a lazos históricos y culturales. Permiten que la migración se mantenga o crezca. Abren caminos para reproducir los factores culturales de una sociedad y coadyuvan al regreso de quienes así­ lo deseen. Establecen ví­nculos con ciudadanos y ciudadanas de los paí­ses receptores. No son la cara oculta de la migración, por el contrario, están presentes en la realidad social.

El desarrollo de las redes sociales se convierte en un fomento de la migración al permitir la vinculación de los lugares de origen con la creación de nuevas regiones de destino. Es ahí­ a donde llegará un mayor número de personas pues cuentan con relaciones de parentesco o amistades.

La migración de familiares se incrementará pues los primeros en arribar a un determinado paí­s tendrán ingreso económico y participación social, convirtiéndose en una fuente potencial para atraer migrantes, en forma documentada o indocumentada.

Las redes sociales de la migración se presentan como sistemas abiertos donde se desarrollan e innovan mecanismos de protección. La tendencia es ayudar, en especial a quien se encuentra en dificultades. Significa enfrentarse al desarraigo. Luchar en conjunto para no romper con su tierra y pasado, ni con lazos familiares, de amistad o religiosos. Se le da prioridad al intercambio de experiencias y emociones. Hay autonomí­a, participación social, solidaridad y apoyo accesible. Se comparten objetivos y finalidades dentro de una estructura social de carácter horizontal.

Hombres y mujeres se encuentran inmersos en las redes sociales de la migración laboral guatemalteca y comparten dos mundos (la cultura del paí­s de origen, así­ como la del receptor), con diferentes formas de adaptación, nuevos derechos y subjetividades. Las redes sociales adquieren especial importancia desde la década de los ochenta. Surgen y se impulsan por su propia iniciativa y no responden especí­ficamente a jerarquí­as. Las redes se fortalecen con la comunicación a través de las personas como sujetos sociales, quienes establecen ví­nculos como parte de su vida cotidiana o por medio de un grupo con intereses comunes.

Las redes sociales de la migración responden a lazos históricos y culturales. Permiten que la migración se mantenga o crezca. Abren caminos para reproducir los factores culturales de una sociedad y coadyuvan al regreso de quienes así­ lo deseen. Establecen ví­nculos con ciudadanos y ciudadanas de los paí­ses receptores. No son la cara oculta de la migración, por el contrario, están presentes en la realidad social. En las redes sociales interactúan los trabajadores y trabajadoras, empleadores, Consejeros de Empleo y autoridades migratorias permitiendo, entre otros factores, que coincida la oferta mexicana y la demanda guatemalteca de trabajo. Las redes sociales permiten la reproducción migratoria al vincular lugares de origen (municipios, aldeas y comunidades guatemaltecas) con localidades de destino (fincas o ejidos en Chiapas). Además, las trabajadoras y trabajadores guatemaltecos intercambian información y conocen el tiempo que permanecerán en los centros de trabajo, salarios a devengar y condiciones laborales. Esta situación adquiere especial importancia porque la migración laboral forma parte de la cultura de las comunidades.