Presencia casi invisible en la tranquila Bridgeport


Vista del sector denominado Bridgeport, en Connecticut, de donde surgió el presunto responsable del atentado frustrado en Times Square. FOTO LA HORA: AFP Daniel Barry

En la tranquila localidad de Bridgeport, a hora y media de Nueva York, los vecinos descubrieron asombrados hoy que el hombre cuya furtiva presencia era casi invisible en el barrio era el presunto autor del atentado fallido de Times Square.


«Estoy en estado de shock, porque no me imaginé que tení­amos a alguien en nuestro propio patio trasero, haciendo esto, planeando, preparando», comentó Lavonne Muse, una mujer que vive con su hijo en la casa vecina.

Los agentes del FBI (policí­a federal) irrumpieron esta madrugada en esta tranquila localidad de escasos recursos situada a 65 millas al noreste de Manhattan para allanar una casa de madera de tres pisos de la calle Sheridan.

En el segundo piso de la modesta construcción de madera viví­a presuntamente el paquistaní­ Faisal Shahzad, nacionalizado norteamericano el año pasado, pero en el barrio muy pocos se percataron de su presencia.

El supuesto autor del atentado fallido del sábado en Times Square, en pleno centro de Nueva York, habí­a sido detenido apenas unas horas antes en el aeropuerto Kennedy cuando intentaba huir del paí­s en avión.

«Estaban renovando el lugar. Nunca pensamos que habí­a gente viviendo allí­», explica Muse, obligada por los agentes del FBI a evacuar su propia casa durante dos horas a las dos de la mañana.

Los agentes del FBI acordonaron la zona, alejaron a la prensa y colocaron una lona azul en la parte trasera de la casa para impedir las miradas indiscretas durante el operativo realizado en la casa vací­a.

«Tuvimos que ir a una escuela vecina, fuimos los únicos evacuados, porque nuestra casa está justo detrás, por precaución de que hubiese una bomba». «La gente en esta cuadra tiene hijos, y todo este asunto de las bombas, sí­, nos asustamos. Me acordé del 11 de setiembre» de 2001, relató Muse.

Otra vecina, también afroamericana, tampoco sale de su asombro: «Bloquearon la calle para allanar la casa y ver lo que encontraban», dijo Janine Crockett.

«Yo no conocí­a a este tipo, y me sorprende porque vivo justo al lado y nunca lo habí­a visto, me quedé asombrada porque tengo dos hijos y me dio miedo».

El almacenero de la esquina, Rafael Santos, relató por su parte que lo habí­a visto pocas veces, la última durante la semana pasada: «Vení­a a comprar cigarrillos. Entraba, compraba y se iba», dijo Santos, que atiende en el almacén «Future Market», a apenas media cuadra del domicilio del presunto autor del atentado de Nueva York.

Marilyn Osoria, portorriqueña, vive en el barrio hace diez años y tampoco recuerda nada del misterioso personaje, pero relata que su hijo de 19 años lo vio un dí­a de verano de 2009 cuando trajo una serie de cajas al lugar.

«En agosto pasado, un dí­a que hací­a calor, llamó la atención porque él llegó vestido con su ropa musulmana puesta». «Ese dí­a, el señor vino y bajó unas cajas de una camioneta con un chamaquito de unos 16 o 17 años. Tuvieron una discusión con mi hijo pero nada pasó: ellos siguieron bajando sus cajas».

La calle Sheridan debí­a permanecer cerrada hasta el mediodí­a del martes, según indicaron agentes federales a la prensa, tras lo cual Bridgeport recuperarí­a probablemente el anonimato anterior al descubrimiento de que alojaba al último presunto exponente del «terrorismo made in USA».