La municipalidad, la Iglesia y organizaciones de turismo de la ciudad de Perquín, conocida durante la guerra civil como la capital guerrillera de El Salvador, preparan el XVII Festival de Invierno que este año espera concentrar a miles de turistas.
Recordada por incontables e históricos combates entre el ejército y la guerrilla durante el conflicto armado (1980-1992), Perquín, 206 km al noreste de San Salvador, acogerá del 1 al 6 de agosto el Festival que incluye presentaciones de música folklórica, danzas, actos religiosos y jornadas de reflexión sobre «la memoria histórica».
El lema del XVII Festival es: «Cuna de tradiciones y cultura… encuentro con la historia y la naturaleza».
«Para esta edición del Festival esperamos que además de los turistas extranjeros vengan muchos jóvenes del país que nacieron después de la guerra para que conozcan la historia en Perquín y sus alrededores», declaró Benito Chicas, del directorio de la Asociación de Desarrollo Turístico.
«Los visitantes al Festival además de los eventos artísticos tendrán la oportunidad de encontrarse con la naturaleza, con la historia, artesanías, comida y diversión», comentó por su parte Leonor Márquez de la Asociación Pro-Desarrollo Turístico de Perquín.
En el marco del festival, el sacerdote Rogelio Poncel desarrollará el 2 de agosto, una caminata desde Perquín hasta la comunidad de El Mozote, donde entre el 11 y el 13 de diciembre de 1981, tropas del ejército salvadoreño masacraron a más de mil campesinos, principalmente mujeres, niños y ancianos.
Poncel es un sacerdote belga que vivió con la población los doce años de guerra civil.
Para el 3 de agosto, está previsto el llamado Foro de la Memoria Histórica, que este año tendrá como tema «La participación de la mujer en la guerra salvadoreña».
Diferentes asociaciones aprovecharán la ocasión para promover «paquetes turísticos» que incluyen alojamiento en pequeños hoteles y el recorrido con guías por el llamado Museo de la Revolución, el monumento a los mártires de El Mozote, el río Sapo y otros lugares que forman parte del atractivo de la llamada «Ruta de la paz».
Rodeado de abundantes pinares, con un agradable clima por estar ubicada a 1 mil 200 metros sobre el nivel del mar, Perquín y otros municipios de la zona norte del departamento de Morazán se convirtieron en el principal referente para el turismo europeo en la región este de El Salvador.