El gobierno holandés aseguró hoy que el atentado frustrado contra el avión estadounidense entre Amsterdam y Detroit el día de Navidad tuvo una preparación «bastante profesional», pero su ejecución fue la de un «aficionado».
«El atentado frustrado en el vuelo NW253 Amsterdam-Detroit fue preparado de manera bastante profesional pero su ejecución fue la de un aficionado», según los elementos preliminares de la investigación realizada por las autoridades holandesas, precisó la ministra del Interior Guusje ter Hosrt.
El explosivo utilizado por el nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, de 23 años, «no es fácil de fabricar y su utilización plantea riesgos», agregó en conferencia de prensa en La Haya.
En el aeropuerto Amsterdam-Schiphol, en donde hizo escala el nigeriano proveniente de Lagos, se instalarán escáneres corporales para utilizar «dentro de las tres semanas» para controlar a los pasajeros que partan hacia Estados Unidos.
Quince aparatos, actualmente en fase de prueba y utilizados de manera aleatoria, serán equipados con un nuevo programa, explicó la ministra holandesa de Interior. Su costo es de 150.000 euros cada uno.
El programa, que permite efectuar controles sin intervención humana, representa al cuerpo humano con la forma de un muñeco para no dar lugar a presunciones de voyerismo, principal crítica contra los escáneres que desvisten virtualmente en las pantallas a las personas controladas. Un vigilante intervendrá únicamente si se detecta alguna anomalía.
Los escáneres corporales de Amsterdam-Schiphol se utilizan actualmente «de una manera voluntaria» para los vuelos en Europa, explicó a la AFP una portavoz del aeropuerto, Mirjam Snoerwang. Cinco millones de pasajeros van o vienen anualmente a Estados Unidos a través de Schiphol, según la misma fuente.
Su utilización va a «mejorar significativamente la seguridad de los pasajeros ya que estos aparatos pueden detectar objetos no metálicos», subrayó la ministra.
Umar Faruk Abdulmutallab había escondido en sus ropas el polvo explosivo, que no fue detectado por los detectores de metales.
Su padre, un rico banquero y ex ministro nigeriano, fue interrogado el lunes por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estadounidenses en Nigeria, indicó el miércoles a la AFP un agente de los servicios secretos nigerianos.
Por su parte, las autoridades de Yemen reafirmaron su determinación de perseguir a los activistas de Al Qaida, organización que reivindicó el lunes el atentado fallido. «Yemen no será jamás un santuario para los activistas terroristas», declaró a la prensa el portavoz del gobierno, Hassan Al Lawzi.
No obstante, Saná espera mayores ayudas de parte de Estados Unidos en su lucha contra Al Qaida que, según un ministro yemení, podría planificar ataques similares al atentado fallido contra el avión estadounidense.
«Instamos a Estados Unidos a fortalecer nuestra cooperación en inteligencia. Pero las operaciones son responsabilidad de los yemeníes», declaró el miércoles a la AFP un responsable de los servicios de seguridad.
En tanto, la secretaria de Seguridad Interior estadounidense, Janet Napolitano, dijo este miércoles que Estados Unidos está decidido a «encontrar y solucionar» los problemas de seguridad que condujeron la semana pasada al fallido intento de atentado.
El desbaratado ataque «es una fuerte ilustración de que los terroristas harán mucho para tratar de superar las medidas de seguridad que fueron puestas en marcha el 11 de septiembre de 2001», escribió Napolitano en una columna del diario USA Today.