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Y llegó incluso a instalar un café internet con técnica de espionaje en un intento para conseguir ventaja en negociaciones delicadas, denunció el diario británico The Guardian.

El medio difundió el artículo -el más reciente en una sucesión de revelaciones que han suscitado polémica a nivel mundial sobre el alcance de la recopilación de inteligencia en Occidente- cuando faltan unas horas para que se inaugure hoy en Gran Bretaña la cumbre del G8, una reunión de las siete principales economías del mundo más Rusia en Irlanda del Norte.

La afirmación de que Gran Bretaña ha utilizado antes su posición de anfitrión para espiar a sus aliados y otros participantes podría dar lugar a una conversación incómoda con los delegados al encuentro.

«Las consecuencias diplomáticas de esto podrían ser considerables», dijo el académico británico Richard J. Aldrich, cuyo libro «GCHQ» hace un seguimiento del historial de la agencia.

El Servicio Gubernamental de Comunicaciones (GCHQ, por sus siglas en inglés) declinó comentar sobre el artículo.

The Guardian cita más de una decena de documentos internos de gobierno que facilitó Edward Snowden, ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, como la fuente de su información sobre las operaciones de inteligencia del GCHQ que —dijo el medio— implicó entre otros aspectos, penetrar indebidamente la red de computadoras del Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudáfrica y espiar a la delegación turca durante la cumbre del G20 de 2009 en Londres.

Los materiales utilizados como fuente —cuya autenticidad no pudo ser determinada de inmediato— parecían un conjunto heterogéneo. The Guardian los describe como «una diapositiva de PowerPoint», «un informe» y simplemente «documentos».

Algunos de los materiales filtrados fueron difundidos una cantidad abundante de fragmentos ilegibles a propósito en la página digital de The Guardian. Un portavoz del periódico dijo que la decisión de censurar el texto fue del diario, pero no abundó en detalles.

Aldrich dijo que no le sorprendería que los materiales sobre el GCHQ provengan de una red compartida a la que tuvo acceso Snowden; explicó que la NSA y el GCHQ han colaborado de una manera tan estrecha que en algunas áreas ambas entidades han funcionado efectivamente como una sola.

Un documento que cita The Guardian, pero que no publicó en su página de internet— al parecer hace alarde de la capacidad del GCHQ para penetrar los teléfonos multiuso o inteligentes.

The Guardian atribuyó al documento expresar que «la capacidad (de penetración) contra los BlackBerry ofrece copias adelantadas de las sesiones informativas del G20 a los ministros». Y agrega: «Los objetivos diplomáticos de todas las naciones tienen la costumbre de usar teléfonos multiuso», añadiendo que los espías «aprovecharon esta situación en las reuniones del G20 del año pasado».