Preguntas y respuestas sobre pena de muerte


¿Es disuasiva la pena de muerte? La pena de muerte puede ser o no ser disuasiva; pero si no es disuasiva, no importa, porque, en general, ninguna de las penas que la ley impone tienen que ser disuasivas. La pena es el costo que la sociedad le impone a quien delinque; pero ese costo no puede garantizar que el delito penado no será cometido nuevamente. Por ejemplo, persiste el robo, aunque se castigue el robo. Y evidentemente, serí­a absurdo argumentar que debe ser eliminado el castigo por robo, porque el delito de robar persiste. Si la utilidad de la ley penal consistiera en ser disuasiva, todas las leyes penales serí­an inútiles.

Luis Enrique Pérez

¿Ha habido investigaciones sobre el efecto disuasivo de la pena de muerte? Investigaciones cientí­ficas demuestran que esa pena tiene un efecto disuasivo. Una de ellas fue emprendida por los profesores especialistas en economí­a del crimen H. Naci Mocan y R. Kaj Gittings, de la Universidad de Colorado, en Denver. Ambos investigaron 6,143 ejecuciones durante el perí­odo 1977-1997. Una de sus conclusiones fue que «cada ejecución adicional reduce entre cinco y seis el número de homicidios; pero tres indultos adicionales aumentan entre uno y 1.5 el número de homicidios.» Ellos opinan que esas cifras «demuestran que la pena de muerte tiene un efecto disuasivo…»

¿Es socialmente beneficiosa la pena de muerte? Lo es porque permite que la sociedad obtenga la certeza absoluta de que quien ha cometido delitos graves, como el asesinato o el secuestro, no volverá a cometerlos. Adicionalmente, la sociedad no tiene que consumir recursos en mantener la vida de quien ha cometido delitos graves, ni en cuidarlo para evitar que vuelva a cometerlos. Ninguna otra pena brinda tan extraordinario beneficio social.

¿Hay riesgo de que un inocente sea condenado a muerte? No se excluye la posibilidad de que algún inocente pueda ser condenado a la pena de muerte. Empero, actualmente las ciencias fí­sicas, quí­micas y biológicas aplicadas a la investigación criminal, contribuyen a reducir, de manera extraordinaria, el riesgo de que un inocente pueda ser condenado a pena de muerte. Precisamente es una suprema obligación moral de los jueces tener una certeza próxima a la certeza absoluta, sobre la culpa de aquél a quien, por haber cometido un delito grave, merecer ser condenado a la pena de muerte. ¿Hay algún caso en el que la pena de muerte ha sido abolida, y nuevamente adoptada? En el perí­odo 1907-1917, ocho Estados de los Estados Unidos de América abolieron la pena de muerte, y seis volvieron a imponerla. A partir del 1 de abril del año 2008, la imponen 37 de 50 Estados.

¿Un paí­s civilizado debe abolir la pena de muerte? La pena de muerte no tiene relación alguna con civilización o incivilización. El paí­s más civilizado puede imponerla, y el menos civilizado puede no imponerla. En la época actual, algunos paí­ses europeos han abolido la pena de muerte, no porque repentinamente se hayan civilizado, ni porque la mayorí­a de ciudadanos quiera abolirla, sino porque abolirla es un requisito para pertenecer a la Unión Europea, aunque la mayorí­a de ciudadanos de algunos paí­ses que la han abolido, como República Checa, clamen por imponerla.

Post scriptum. ¿Se impone la pena de muerte sólo a los pobres? La pena de muerte tiene que ser impuesta a quien comete delitos graves. Imponerla sólo a pobres es obra de una defectuosa administración oficial de justicia, y no una propiedad de la pena de muerte.