Pregunta dónde encuéntrase la izquierda


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Comenzaré este texto por advertir que es impropio calificar a todos los marxistas leninistas de terroristas; luego, los dispersas, anárquicas y atomizadas organizaciones y personas individuales de tendencia progresista no adoptaron en su mayoría la doctrina de Marx, Lenin, Mao y otros emblemáticos líderes comunistas, como las calenturientas y estulticias imaginaciones de neofascistas de una organización ultra derechista que paradójicamente dizque combate al terrorismo confunde deliberada o fortuitamente en medio de su paranoia.

Eduardo Villatoro


Apunto estos elementales enunciados para referirme a un correo que un viejo amigo de raíces revolucionarias me envió la semana pasada y que corresponde a un breve y condesando análisis de Ollantay Itzamná, a quien no había oído mencionar, con el acápite que incluye una retórica interrogante: “¿Dónde está la izquierda guatemalteca?”, incurriendo en el mismo error de los extremistas de la derecha aborigen, al identificar a esa corriente ideológica exclusivamente con la URNG, desconociendo que ese movimiento, que aglutinó a las fuerzas insurgentes al final de la guerra interna, y se dispersó desde hace más de una década, a causa del dogmatismo de su dirigencia al insistir en mantener un mando hegemónico militarista, verticalista e intolerante, sin haberse podido adaptar a la vida civil y al escenario político-electoral que, inmediatamente después de firmado los Acuerdos de Paz, ofrecía opciones libres de insalvables obstáculos para que se convirtiera en una fuerza ideológica amplia, pluralista y representativa.

La URNG fue incapaz de aprovechar la coyuntura, cuando aún vivía el carismático comandante guerrillero Rolando Morán, quien tenía la visión suficiente de la transformación que se requería, sin remotas posibilidades que actualmente esa debilitada organización pueda derivar en un “instrumento político horizontal” para todos los sectores que aspiran a transformaciones estructurales, como lo apunta el autor del documento, quien se extraña del estancamiento de la izquierda de Guatemala a la par de los cambios ocurridos en otros países latinoamericanos en los que gobiernos apoyados por movimientos progresistas han salido airosos en contiendas electorales.

Al margen de lo expuesto, cuando recibí el correo con la pregunta mencionada, respondí lacónicamente: La izquierda está perdida, dividida, con militantes corruptos, ocupando cargos secundarios en el actual y pasados gobiernos o burocratizados en Onegés de crítica repetitiva. Y no aludo sólo a las momias marxistas.

(El analista Romualdo Tishudo leyó en algún documento: esta frase: -El lenguaje de la inteligencia se abre paso sin esclavizarse a dogmas ni a polarizaciones coléricas, sino en la amplitud del debate y la tolerancia recíprocas).