Buenos Aires y Montevideo postularán al tango, tradicional música y danza del Río de la Plata, como Patrimonio Cultural de la Humanidad ante la UNESCO, que otorgó ese estatus a expresiones como los carnavales de Oruro y Barranquilla, o el Ballet Real de Camboya.
La decisión común hizo caso omiso de la histórica disputa entre argentinos y uruguayos sobre el lugar de nacimiento de Carlos Gardel, el mítico cantante de tangos que inició en Buenos Aires su brillante carrera con proyección internacional, hasta su prematura muerte en 1935 en un accidente aéreo.
«Hacemos esta presentación conjunta ante la UNESCO porque el tango es una bandera que une a ambas ciudades. Es una expresión popular en la que habitan las raíces y la historia de una comunidad», dijo el ministro de Cultura de Buenos Aires, Hernán Lombardi, al presentar esta semana el proyecto en un tradicional bar de la capital argentina.
El director de Promoción Cultural de Montevideo, Eduardo León Duter, señaló en ese acto que la iniciativa llevó a ambas alcaldías a firmar «un compromiso en pos de conservar el enorme acervo que existe sobre el tango y que debemos ordenar, registrar y poner a disposición de los ciudadanos».
Participaron del evento el octogenario poeta uruguayo Horacio Ferrer, además de reconocidos artistas argentinos, entre ellos los cantantes Susana Rinaldi y Raúl Lavié, los bailarines Miguel Angel Zotto y Mora Godoy, y el compositor Atilio Stampone.
Los orígenes del tango se remontan a inicios del siglo XX, cuando llegaban al Río de la Plata oleadas de inmigrantes europeos, y tiene entre sus íconos al bandoneón, un instrumento de fuelle emblemático de ese género musical, y al «lunfardo», un argot que nació entre los «milongueros» (bailarines) de los barrios populares.
Sobre la viabilidad de la iniciativa impulsada en ambas orillas del Río de la Plata, Lombardi se mostró optimista.
«Hay un consenso general frente a esta postulación. La fuerza del tango tiene connotación mundial y eso nos puede ayudar. Me parece que estamos muy bien parados», señaló el ministro que integra el gabinete del alcalde de Buenos Aires, el magnate derechista Mauricio Macri.
Ambas metrópolis deberán cursar a la UNESCO material fotográfico, musical e informes técnicos que brinden sustentabilidad al pedido, además de un plan con detalles para la difusión del tango como actividad representativa de las dos ciudades, en caso de que consiga el aval de la organización multilateral.
Las dos alcaldías buscarán además el apoyo de los Parlamentos locales y los gobiernos nacionales, que encabezan los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, y de Uruguay, Tabaré Vázquez.
La UNESCO destacó unas noventa expresiones con el rango de Patrimonio Cultural de la Humanidad, entre ellas los carnavales de Oruro, en Bolivia, y de Barranquilla, en Colombia, y el Ballet Real de Camboya.
Además, otorgó ese título a las expresiones orales y gráficas de los wajapi, población indígena del norte de la Amazonia brasileña, los cantos polifónicos de los pigmeos aka de la República Centroafricana y los cantos épicos pansori de Corea.