El gobierno de Colombia y el ELN postergaron el inicio en Cuba de la sexta ronda de diálogos para un proceso de paz a la espera del principal negociador de esa guerrilla, con lo que habrían superado el primer escollo de unas pláticas que se prevén difíciles.
Aunque no asistirá el jefe militar del ELN, Antonio García, el comisionado de paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo, negociaría con Pablo Beltrán, miembro del Comando Central (COCE) del grupo, según delegados de la Iglesia Católica colombiana que facilitan las conversaciones.
El inicio de la ronda estaba previsto para el jueves, pero la ausencia de García y Beltrán -según el ELN por problemas en el traslado de Caracas a La Habana-, provocó un «impasse» que, de acuerdo con la comisión eclesiástica, ya fue superado.
Restrepo se reunió la noche del jueves con Francisco Galán y Juan Carlos Cuéllar, otros dos negociadores del ELN pero no miembros del COCE, bajo mediación de los cuatro representantes de la Iglesia -tres obispos y un sacerdote-, y se acordó el traslado de Beltrán en un vuelo charter dispuesto por el gobierno de Bogotá.
«El estaba en el avión pero lo bajaron. Era un problema de trámites para la salida de Pablo de Caracas. Pero ya se habló con la embajada de Venezuela», dijo el obispo de la ciudad de Magangué, Leonardo Gómez.
Monseñor Jaime Prieto, obispo de Barrancabermeja, precisó que si Beltrán llega este viernes sostendrá varias reuniones de preparación, por lo que la ronda sería instalada posiblemente el lunes.
«Yo veo (el ambiente) positivo. Realmente se han dado pasos. Ultimamente hubo dificultades; pero con el arranque de la mesa espero que la cosa vaya a ser más positiva en adelante para el pueblo colombiano», añadió monseñor Gómez.
El consejero de paz había afirmado en Bogotá que si el jefe militar del ELN no asistía a esta ronda -como no lo hizo en la anterior- sería una «mala señal» para el proceso.
«La expectativa que tenía el país en torno al avance de este proceso, con la presencia de Antonio García, queda (…) inconclusa», dijo en Bogotá César Velázquez, jefe de prensa de la Presidencia, quien agregó que una asistencia del jefe militar «sería fundamental para poder avanzar con mayor seguridad, sinceridad y civilidad».
Antes de la cita de la noche del jueves, Darío Mejía, asesor de Restrepo, afirmó en La Habana que el gobierno presentó al ELN una propuesta y que la esperanza era que llegara García.
«Pero eso es decisión del ELN. El gobierno espera que los impasses sean superados y que las personas que lleguen puedan tomar las determinaciones que se requieren para esta ronda de negociaciones», afirmó.
Según la Iglesia, Restrepo está de acuerdo en negociar con Beltrán. «No veo que haya necesidad de la presencia específica de Antonio García, porque Pablo fue nombrado en un congreso del ELN como su jefe de negociación», dijo Prieto.
«Hay buena voluntad, pero naturalmente cuando se empiecen a estudiar los temas habrá dificultades. Estos procesos son largos y tienen sus puntos delicados, pero lo importante es que arranque. Estamos optimistas», subrayó Gómez.
La agenda para esta sexta ronda de diálogos exploratorios de paz, que el ELN y la administración de Alvaro Uribe iniciaron en diciembre de 2005, tiene prevista seis semanas de reuniones en una zona restringida de residencias del oeste de La Habana.
Las posturas son distantes. El gobierno espera que el ELN acepte un cese del fuego y liberar a secuestrados; la guerrilla primero quiere una agenda para una negociación formal en la que Bogotá se comprometa a tratar el desempleo, desplazamiento, liberar presos políticos y otorgar amnistía.
«El país necesita tanto un cese de hostilidades como el compromiso de no volver a secuestrar, pero sabemos que esto hace parte de un proceso y hay que manejarlo con prudencia y paciencia, pero que se vean hechos concretos», añadió Mejía.
Segunda fuerza rebelde de Colombia -tras las FARC-, el ELN, con unos 4.000 combatientes, surgió en 1964 bajo la influencia de la revolución cubana.