La Casa Blanca notificó ayer al Congreso de su intención de firmar el Tratado de Libre Comercio (TLC) negociado con Panamá, informó el gobierno un día antes del plazo límite para proceder a dar ese aviso.
«El presidente ha enviado la notificación al Congreso de su intención de firmar el acuerdo de libre comercio con Panamá», informó la portavoz adjunta del gobierno, Dana Perino, en conferencia de prensa.
«He notificado al Congreso de mi intención de entrar en un acuerdo de libre comercio con la República de Panamá», señala la notificación firmada por George W. Bush y divulgada posteriormente por la Presidencia estadounidense.
En cumplimiento de las disposiciones de la autoridad conocida como «fast track» o «vía rápida» de promoción comercial, la Casa Blanca debe dar aviso al Congreso de que buscará que dé su visto bueno a acuerdos comerciales, como máximo 90 días antes de que venza la «fast track», que en este caso caduca el 30 de junio.
Esta autoridad permite al presidente Bush negociar acuerdos comerciales que posteriormente serán considerados por el Congreso, que podrá aceptarlos o rechazarlos, pero no introducirle cambios.
El plazo límite para dar aviso al Congreso vencía el 31 de marzo. Ahora el gobierno deberá remitir al Legislativo el texto del TLC con Panamá.
Los legisladores demócratas Charles Rangel, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y Sander Levin, presidente del Subcomité de Comercio, señalaron por la tarde de ayer en respuesta al anuncio del presidente Bush, que esperan que la administración norteamericana logre los «cambios necesarios» al acuerdo durante el período de consideración del texto.
«Esperamos que los temas pendientes relacionados con el TLC con Panamá sean resueltos de manera que el acuerdo final pueda tener amplio apoyo en el Congreso», señalaron en un comunicado conjunto.
«Esperamos que el uso del período (de revisión de acuerdos) del Congreso se enfoque no solo en completar los TLC (los legisladores también se refieren a un TLC que Estados Unidos negocia con Corea del Sur), sino también en incorporar cambios necesarios en cuestiones pendientes como trabajo, medio ambiente y propiedad intelectual, que deben ser solucionadas antes de que las iniciativas reciban amplio apoyo bipartidista en el Congreso», añadieron.
A mediados de febrero, Bush le había manifestado al presidente panameño Martín Torrijos su compromiso de apoyar el TLC, durante una visita que el mandatario latinoamericano realizó a la Casa Blanca.
El miércoles, Bush reiteró sus pedidos al Legislativo para que dé el visto bueno a los TLC que Washington busca establecer con Colombia, Perú y Panamá, señalando que se trata de «mercados importantes para los bienes y servicios de Estados Unidos».
Bush hablaba un día después de que los demócratas presentaran su propuesta de «Nueva política comercial» estadounidense y señalaran que en el caso de Colombia y Perú, su deseo es el de «enmendar» los acuerdos.
Aunque en virtud del «fast track» el Congreso no puede modificarlos, existe la posibilidad de que el Legislativo rechace un texto enviado a su consideración por el Ejecutivo, y obligue por defecto a renegociar el pacto, o que introduzca modificaciones en «cartas laterales» añadidas al texto negociado por los gobiernos.
Más proteccionistas que sus pares republicanos, los demócratas han formulado reiterados cuestionamientos en los últimos meses a aspectos ambientales y laborales de acuerdos comerciales negociados por la Casa Blanca.