El ex presidente Alfonso Portillo recusó al juez contralor del proceso abierto por peculado de Q120 millones en el país, suspendiendo con ello una vez la audiencia en la que se discutiría si enfrentaría juicio por el delito que le es imputado.
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Los argumentos de Portillo fueron que Mario Efraín Najarro, juez Quinto de Primera Instancia Penal, ya ha emitido opinión en el proceso y que además tiene enemistad con él, por lo que lo recuso minutos antes de iniciar la audiencia.
Tanto la fiscalía especial para la CICIG como la Procuraduría General de la Nación y Contraloría General de Cuentas se opusieron a la acción interpuesta por el ex mandatario y solicitaron al juez que la rechazara «in límine» ya que quien lo recusó lo hizo a través de un memorial y las recientes reformas al proceso penal guatemalteco le obligan a hacerlo en forma oral.
Aunque Najarro rechazó los argumentos de Portillo para recusarlo y aclaró que no tiene enemistado con él, dio trámite a la recusación remitiéndola a la sala de apelaciones correspondiente y suspendiendo la audiencia de apertura a juicio que tendría lugar este día.
La fiscalía presentó una actividad procesal defectuosa para impedir que la audiencia fuera suspendida. Eunice Mendizábal declaró: «Es evidente que estas acciones buscan ganar tiempo y retrasar el proceso».
No obstante, el juzgador declaró sin lugar el recurso de la parte acusadora y confirmó que la audiencia de apertura a juicio y de revisión de la medida de Eduardo Arévalo Lacs, también implicado en ese caso.