Como en el chiste del infierno chapín, en el caso Portillo una parte de la justicia funciona, mientras la otra no. La Corte de Constitucionalidad ya cumplió su parte, confirmando la extradición del expresidente.
Jorge Rivera del Águila
A1 226336
El Organismo Judicial no cumple con la suya y mantiene este caso “de alto impacto” en el limbo, después de largos dieciséis meses de espera. La resolución a la apelación presentada por el Ministerio Público en el caso de peculado sigue pendiente, para vergüenza ante propios y extraños. El caso permanece entrampado, en la Sala Undécima. Justicia de pacotilla, la nuestra. Es de baja calidad, defectuosa, no logra los resultados que persigue. Tal parece que nunca se va a llegar al desenlace de esta “telenovela”.