La primera matrícula, el cobro de esos impuestos y falta de control en las aduanas se ha tornado un tema controversial, dijo Luis Alberto Contreras Colindres, jefe de la Bancada Guatemala.
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Eso al referirse a la ley que impone la primera matrícula con impuesto aumentado que no ha sido aprobado porque todavía queda la redacción final y por artículos, que en el pleno puede cambiar, agregó Contreras Colindres.
La Bancada Guatemala está consciente de las necesidades del Estado, que los diputados deben velar porque el Gobierno cumpla sus metas de recaudación, porque deben atender los distintos programas; sin embargo tiene que haber balance «pero sin hacerle un daño demasiado grande a la población», puntualizó.
INSISTENCIA
El motor económico del negocio de los automóviles usados, automóviles nuevos y motocicletas, podría sufrir desperfectos, por ello están escuchando las reflexiones de los afectados, pero hay que estar claros que en el pasado los impuestos cobrados en las aduanas favorecieron a vistas de aduanas, tramitadores e incluso a los usuarios, y menos al Estado, recalcó el diputado.
Aquello debe cambiar y ejercer mayores controles para hacer efectiva la recaudación y eso se le ha dicho al ministro de Finanzas y se le reiterará el próximo martes, cuando cuatro bancadas estarán reunidas con él, anticipó el legislador.
El tema no será piedra en el zapato para el Gobierno; pero tampoco que el pueblo de Guatemala sea maltratado con un impuesto que podría plantearse de otra manera, insistió.
ESTIMADO
Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, entregó un documento comparativo con la imposición actual, con el 20% al arancel, al que se debe agregar el 12% del Impuesto al Valor Agregado, que en un precio referente de Q100 mil sube a Q132 mil con impuestos; pero lo que pretende el Congreso elevaría los impuestos a Q38 mil.
El dictamen de la comisión de Finanzas, nuevo, dice que el impuesto de primera matrícula sigue siendo 26% para vehículos nuevos y usados y 5% para motocicletas, refirió el jefe de la Bancada Guatemala.
La inquietud de los importadores de automóviles usados traídos desde los Estados Unidos es que ellos serían los más afectados por estar en desventaja con los precios depreciados que ofrece el mercado de los usados, pero al llegar a Guatemala se enfrentarían a un impuesto nivelado para los automotores nuevos, explicó el legislador.