El delantero colombiano Radamel Falcao tiene garantizado un título antes de que se dispute mañana la final de la Liga Europa entre su Atlético de Madrid y el Athletic de Bilbao.
Falcao comparte el liderato de goleo de la competencia con 10 dianas y es el máximo anotador de la Liga Europa por segunda temporada consecutiva, algo que ningún jugador ha alcanzado antes.
Tras marcar 17 goles para llevar al Porto a la conquista del título la temporada pasada, el colombiano puede ganar el torneo por segunda temporada consecutiva.
El delantero del Schalke, Klaas-Huntelaar, también metió 10 goles esta temporada. Los 17 tantos de Falcao con el Porto la temporada pasada impusieron una marca para el torneo.
Falcao ha ayudado al Atlético a convertirse en el club con más dianas en la Liga Europa, con 30. Pero el Athletic está cerca, con 28 tantos, así que la final que se disputará en la Arena Nacional de Bucarest se perfila como un encuentro entretenido.
«Nos morimos de ganas de que empiece el partido, lo hemos estado esperando con ansias. Es el encuentro en el que más hemos pensado, y ya queremos jugarlo», dijo el mediocampista del Athletic, Ander Iturraspe.
Su compañero Iker Muniain ha prometido tatuarse una imagen del trofeo si su equipo gana.
Muniain es el único jugador en duda para el encuentro debido a que le aqueja una distensión muscular en la pierna izquierda, por lo que ha limitado sus funciones. Quizá entre como suplente, pero se ha entrenado con el equipo y es muy probable que el técnico argentino Marcelo Bielsa espere hasta el último minuto para decidir si está listo.
En 150 enfrentamientos en la liga española, el Atlético tiene una ligera ventaja con 64 victorias por 59 del Athletic.
En los dos encuentros de la liga doméstica que tuvieron esta temporada, el Atlético ganó 2-1 en marzo en Madrid, mientras que el Athletic ganó 3-0 en casa.
Ambos equipos tienen técnicos argentinos, y el encuentro promete ser intrigante por el duelo personal entre Bielsa y su colega Diego Simeone.
Simeone jugó alguna vez para Bielsa en la selección nacional argentina por cuatro años, incluyendo el Mundial de 2002.
«Estoy muy feliz de enfrentar un equipo español; dice mucho del fútbol de España, y estoy aún más feliz de que dos técnicos argentinos se midan en una final europea», dijo Simeone. «El conocernos nos da ventajas a ambos, pero una final es una final. Los dos equipos tienen las mismas probabilidades de ganar. No he hablado con Bielsa, pero lo admiro mucho».
Sólo tres técnicos no originarios de Europa han ganado un torneo prominente de la UEFA, y los tres fueron argentinos: Luis Carniglia con el Real Madrid, Helenio Herrera con el Inter y Alfredo di Stéfano con el Valencia.
Simeone podría convertirse en el tercer hombre que gana la competencia como técnico y como jugador. Era parte del Inter cuando ganó el título en 1998 de la entonces conocida como Copa UEFA.
Dino Zoff ganó en 1977 con la Juventus (que venció al Athletic en la final) como jugador y en 1990 como técnico. Huub Stevens ganó con el PSV Eindhoven en 1978 y como técnico del Schalke en 1997.
El Atlético, que venció al Fulham en la final de hace dos años, lleva una racha de 11 victorias en la competencia de esta temporada.
«Para muchos de nosotros es el partido más importante de nuestras carreras», dijo el mediocampista español Gabi Fernández, del Atlético. «El equipo que cometa menos errores saldrá campeón».
«Nos conocemos bien uno al otro. Necesitamos evitar que sus jugadores clave entren en ritmo, como Llorente y los mediocampistas», agregó.
Fernando Llorente tiene siete goles en la competencia esta temporada, incluido un tanto contra el Sporting de Lisboa cuando terminaba el partido que le dio al Athletic el pase a la final.
Estos equipos se han visto las caras tres veces en una final. El Athletic ha ganado dos de ellas, la última de las cuales fue hace 27 años.
Séptima final
Atlético de Madrid y Athletic Club disputarán la final de la Liga Europa, un gran desafío para los dos equipos, protagonistas de un duelo decisivo en el estadio Nacional de Bucarest, un choque que prevé igualdad, goles y emoción, que dará la gloria al campeón y que dejará sin consuelo al perdedor.
Todo o nada en noventa minutos, quizá más, si hay empate, en la segunda final española de la historia del torneo, tras la ganada en los penaltis por el Sevilla al Espanyol en el curso 2006-07, y la séptima en una competición continental, entre la Copa de Ferias, la Liga de Campeones, la Supercopa y la Copa de la UEFA.
En juego, un título europeo, el primero de la historia del equipo bilbaíno, que perdió su única final anterior, en la Copa de la UEFA de 1977 frente al Juventus, y el cuarto para el conjunto madrileño, ganador de la Liga Europa hace dos años en Hamburgo, donde volvió a la primera plana futbolística con un triunfo ante el Fulham.
Ese es el objetivo de ambos equipos, que llegan al día decisivo avalados por su caminar previo. En el caso del de Marcelo Bielsa una inolvidable aventura con la gesta de Old Trafford, donde barrió al Manchester United, como hito para la memoria de una afición que ha acompañado en masa a sus jugadores allá a donde se han desplazado.
Mientras, el Atlético, en una temporada con demasiados altibajos en Liga, ha destapado su mejor versión en el torneo internacional, en el que entró en juego hace más de nueve meses hasta alcanzar la final de Bucarest, donde llega avalado por sus once triunfos consecutivos, los dos últimos ante el Valencia en las semifinales.
El equipo dirigido por Simeone, incontestable en la Liga Europa de este curso, con un balance de dieciséis victorias, un empate y una sola derrota, manda en triunfos y goles en esta edición del torneo, a la espera de la final de mañana, con duelo argentino en los banquillos, Marcelo Bielsa-Diego Simeone, y de goleadores sobre el césped: Radamel Falcao-Fernando Llorente.
Todas las miradas apuntan a ambos jugadores en las horas previas a la final. El atacante colombiano, máximo goleador de esta edición de la Liga Europa, con diez tantos, es la referencia rematadora del Atlético; el internacional español, que suma siete esta campaña en esta competición, es el líder ofensivo del Athletic Club.
Simeone dispone de su once de gala para el partido. Sólo la ausencia del portugués Tiago Mendes, que cumplirá sanción tras su expulsión en el choque de vuelta de semifinales ante el Valencia y que se une en la lista de bajas a su compatriota Silvio Azevedo y Fran Mérida, altera su alineación titular tipo.
Y ahí sobresale su frente de ataque, con Falcao, Adrián López, Arda Turan y Diego Ribas, argumentos fundamentales del juego ofensivo del conjunto madrileño y que mañana formarán de inicio, secundados en el medio centro por Gabi Fernández y Mario Suárez.
La defensa estará compuesta por la línea de cuatro más habitual de Simeone, con Juanfran Torres, el uruguayo Diego Godín y los brasileños Joao Miranda y Filipe Luis, y la portería será para el belga Thibaut Courtois, que opondrá sus 199 centímetros al potente juego aéreo de Llorente y su agilidad al buen fútbol de su rival.
El atacante del equipo bilbaíno y la larga nómina de media puntas que coloca Bielsa sobre el terreno de juego, Markel Susaeta, Óscar De Marcos, Ander Herrera e Iker Muniain, han marcado la línea a seguir por el Athletic en esta temporada.
Ese quinteto de jugadores, a la espera de la recuperación total de un Muniain algo tocado en la última semana por unas molestias musculares, llevarán mañana la responsabilidad del juego de ataque del Athletic, que casi seguro salte al césped del precioso Nacional Arena con su alineación de gala.
Un once con dos centrales, Javi Martínez y Fernando Amorebieta, en un estado de forma espectacular; dos laterales, Andoni Iraola y Jon Aurtenetxe, cuya misión será, como todo el año según la propuesta Bielsa, ayudar a sus compañeros más adelantados a desequilibrar el entramado defensivo rival; y un medio centro, Ander Iturraspe, capital en la transiciones.
Gorka Iraizoz, de menos a más en lo que va de curso, completa un equipo reconocible y que la afición bilbaína conoce ya de carrerilla.
Todos ellos tratarán de redondear la historia que no pudieron completar otras generaciones anteriores de leyenda en el equipo bilbaíno con el fútbol ofensivo, dinámico, intenso y combinativo que propugna Bielsa. Un juego atractivo y vistoso que ha concretado sus mayores hitos en este curso singular precisamente lejos de San Mamés, en Manchester y Gelsenkirchen.