Por soñar con palomares


El martes recién pasado, según TGW, en una acción combinada, policí­as de Emetra y la PNC capturaron a un hombre por robarse dos palomas del Parque Central o Plaza de la Constitución. El «malhechor», en su defensa expresó que habí­a venido a la capital a visitar a un familiar enfermo recluido en el Hospital San Juan de Dios, y que al ver las palomas en el parque, pensó en llevárselas para iniciar una crianza de esta ave, sin embargo, sus palabras no bastaron, tal y como se dijo en la radio, se lo llevaron por apropiarse de lo ajeno.

Claudia Navas Dangel
cnavasdangel@yahoo.es

Así­ las cosas, me pregunto ¿a quién le pertenecen las palomas que zurean frente a la Catedral?, ¿Quién debe de acusar en este caso al hombre que las llevaba en la mano?, ¿Por qué no se interpuso una demanda contra quienes envenenaron (si no estoy mal fue por preservar la Catedral) las palomas hace ya algunos años? ¿Deberí­a haber actuado la PDH, en el caso actual y en el pasado? …

Por otro lado, me cuestiono o más bien, cuestiono a las autoridades, ¿por qué no actúan con esta «eficiencia», en lo de capturar digo, en otros casos, por ejemplo, cuando hay un asalto, incluso frente a una patrulla o una estación de policí­a? ¿Por qué las autoridades no llevan a juicio con la misma rapidez que el del caso Rosenberg, otros casos en donde un ciudadano o ciudadana ha sido violentado, asesinado, masacrado incluso? De más está decir porque el paí­s en uno y otro bando no se manifiesta en las calles, con T-shirts blancas o comida pagada con nuestros impuestos, por las cabezas que aparecieron hace dí­as o cuando matan a un niño con una bala en el cráneo.

Es más, podrí­a preguntarse también por qué en los medios se juzga a las personas de las cuales se habla, o se dan espacios de más de dos minutos a temas irrelevantes, cuando hay muchas cosas más importantes qué discutir.  Lo cierto del caso, es que en Guatemala es mucho más fácil que se capture y condene a quien se roba un peine con un achimero, o para ponerlo actual, a quien hurte, usando además un vocabulario que esté acorde a «lo ajeno», estampitas del álbum en reventa, que a quien viola a una niña, descuartiza una mujer, da mal uso a los recursos del estado o más aún se los queda.

Así­ las cosas, quien sabe si el robapalomas salió libre, fue conducido a un cuerpo de policí­a, un juzgado o cambió las palomas con los agentes para regresarse a su casa con las manos vací­as.