Por secuestro


Justicia. El egipcio Abu Omar, antiguo imán de la ciudad de Milán, ha manifestado que desea volver a Italia para buscar justicia.

La justicia italiana decidió hoy abrir el primer juicio contra 26 agentes de la CIA estadounidense y el ex jefe del servicio secreto militar italiano por el secuestro ilegal en febrero del 2003 de un imán egipcio sospechoso de terrorismo.


La jueza para las audiencias preliminares de Milán (norte de Italia), Caterina Interlandi, decidió que existí­an suficientes elementos para procesar en rebeldí­a a los agentes estadounidenses.

La jueza estableció igualmente que el ex general Nicoló Pollari, ex jefe del servicio de inteligencia militar italiano (SISMI) deberá comparecer ante el tribunal por estar involucrado en el secuestro ilegal del religioso.

El ex imán Abu Omar, de nacionalidad egipcia, cuyo nombre real es Nasr Osama Mostafa Hassam, de 44 años, fue secuestrado en una calle de Milán el 17 de febrero de 2003 y trasladado por la CIA a una prisión de El Cairo, en Egipto, de la que fue liberado tras casi cuatro años de reclusión.

Entre los 26 agentes estadounidenses acusados figura Robert Seldom Lady, cónsul entonces en Milán y jefe de la CIA en Italia, cuyos movimientos fueron reconstruidos por la fiscalí­a sin problema, siguiendo la pista de los teléfonos móviles que utilizaron.

El caso está siendo estudiado por el Consejo de Europa y en particular por el parlamentario Dick Marty, que denunció los vuelos secretos de la CIA.

Además del jefe del SISMI, el número dos del servicio, Mario Mancini, es jefe del contraespionaje se encuentran entre las personas implicadas.

El religioso egipcio estaba siendo investigado por terrorismo internacional y por pertenecer a una célula extremista islámica tras los atentados en Estados Unidos de septiembre de 2001.

El imán fue conducido por los agentes secretos a la base militar estadounidense de Aviano, en el norte de Italia, donde fue interrogado durante varias horas, golpeado y luego enviado en un vuelo ilegal a El Cairo, donde Omar sostiene que fue torturado.

Se trata de la primera vez que un número tan alto de agentes de la CIA será procesado en rebeldí­a en Italia.

En total 35 personas serán juzgadas, entre ellas 32 por secuestro y 3 por complicidad.

La primera audiencia del juicio fue fijada para el 8 de junio.

El general Pollari, de 63 años, siempre ha negado estar al corriente de la operación de secuestro y a menudo se ha parapetado tras el secreto de Estado cuando ha sido interrogado por los jueces o los diputados de la comisión parlamentaria de investigación constituida especialmente para aclarar este asunto.

Las confesiones de varios funcionarios del SISMI revelaron una colaboración activa del servicio con un comando de la CIA en el secuestro del imán, algo que el ex presidente italiano Silvio Berlusconi y Nicoló Pollari siempre han desmentido.

El juicio en rebeldí­a, como permite la ley italiana, puede tensionar ulteriormente las relaciones entre el gobierno italiano de centro izquierda y Estados Unidos, las cuales atraviesan un momento delicado por fricciones en el campo de la polí­tica exterior.

Ni el gobierno de Silvio Berlusconi ni el de Romano Prodi han querido solicitar a Washington la extradición a Italia de los 26 agentes de la CIA que participaron en el secuestro a pesar de que ya son objeto de un mandato de detención europeo.

Los vuelos secretos de la CIA en territorio europeo suscitaron una ola de indignación en varios paí­ses del viejo continente.

El mayor obstáculo para proseguir el juicio es el recurso presentado ante la Corte Constitucional por el actual jefe de Gobierno, Romano Prodi, quien argumentó que varios puntos del sumario vulneraban el secreto de Estado y que la fiscalí­a habí­a violado sus derechos al escuchar las llamadas teléfonicas de agentes secretos italianos.

La Corte deberá fallar en varias semanas y si el recurso es aceptado el juicio tendrá que ser aplazado.

Uno de los testimonios claves del juicio podrí­a ser el de la propia ví­ctima, Abu Omar, quien podrí­a regresar a Milán para testificar, aunque permanece en libertad vigilada y no puede abandonar Egipto.

El ex imán anunció que tení­a la intención de presentar una demanda civil contra Silvio Berlusconi, reclamando una indemnización de 10 millones de euros por haber permitido a la CIA de capturarlo.

Suiza autoriza diligencias penales

El gobierno de Suiza autorizó este miércoles a la justicia de su paí­s que efectúe diligencias penales en el caso del sobrevuelo de aviones de la CIA sobre territorio suizo, vinculados al secuestro del imán egipcio Abu Omar en Milán, en 2003.

El ministerio público de la Confederación suiza (MPC) abrió una investigación en 2005 por el caso de un avión del Departamento de Defensa de Estados Unidos que habrí­a sobrevolado dos veces Suiza el dí­a del secuestro.

En situaciones de delitos polí­ticos, la justicia suiza requiere la autorización del gobierno para llevar a cabo su investigación.

«De acuerdo a los elementos a disposición del MPC, el ciudadano egipcio Nasr Osama Mustafa Hassan, también conocido como Abu Omar, fue secuestrado el 17 de febrero de 2003 en Milán por un equipo de la CIA, para ser transportado, a través del espacio aéreo suizo, desde la base aérea de Aviano (Italia) hasta la base de Ramstein (Alemania), antes de ser transferido a El Cairo», precisó el Ministerio.

Para el gobierno de Suiza «no es admisible utilizar el espacio aéreo suizo para efectuar un secuestro».

Niegan permiso

Estados Unidos ha rechazado la petición del parlamentario suizo Dick Marty, encargado por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de investigar los vuelos secretos de la CIA, de visitar la base militar de Guantánamo (Cuba) para hablar con presos, informó hoy la organización paneuropea.

Marty habí­a formulado en octubre de 2006 esa demanda de visitar el centro de Guantánamo acompañado del relator especial de la ONU sobre la tortura, Manfred Nowak.

«Si no puedo hablar libremente con los detenidos, como me parece que da a entender la respuesta estadounidense, esa visita será inútil», declaró en un comunicado Marty, quien se mostró «contrario al turismo parlamentario a cargo del contribuyente».

Dijo estar «decepcionado por el rechazo de Estados Unidos», que tiene estatuto de observador en el Consejo de Europa, pero añadió que su investigación sobre los vuelos de la CIA «continúa».