Por qué vulneran los estatutos los delincuentes


Rosana Montoya, A-1 397908, rosana.montoya@yahoo.com

Delinquen porque les es permitido ejercer el terrorismo sin castigo.  Reforzar el Organismo Judicial no serí­a una mala idea. Empezar por casa, donde sea ilegal corromper la fuente de ecuanimidad.  Principiarí­a a sonar como una resolución, donde nos haga volver a creer que las leyes deben prevalecer, pese a pesar tener un gobernante ineficiente no importarí­a, que el Poder Ejecutivo cojeara hasta de cuatro patas, si se mantienen firmes, los Poderes Legislativo y Judicial.  Abramos los ojos y propongamos que los hombres y mujeres que conformen las nuevas planillas para diputados tengan un mí­nimo de preparación académica, no solo para que el insumo en asesores, disminuya, sino también para que sea más fácil la comunicación entre legisladores, donde muchas veces los hemos  visto cabeceando, no entienden lo que se habla; hasta que llega la orden levantar el dedo para que gane la moción, y se les reparta la comisión.  Mientras tanto, degustan a todas horas platillos tí­picos, para merendar, encima de las futuras propuestas o enmiendas que son perfumadas, con cebolla, perejil  y queso zacapaneco. Que principien por tener una hora fija para las meriendas, y que sean servidas en el lugar apropiado; podrí­a ser el comedor, que imagino que existirá mas de uno el del Palacio Legislativo.  Es curioso que encima de los escritorios no veamos una computadora encendida, sino un mini buffet, servido a todas horas, encima de aquellos escritorios de maderas finas, con tallas únicas, que deberí­an permanecer en el museo del mueble, si lo hubiera; lejos de estimarlos, embadurnan sin misericordia los legisladores, al degustar cualquier í­ndole de escudillas. Por algo habrá que empezar.  Ahora, especto al organismo Judicial, otro tanto igual, pero allí­ se esta tratando con un cien por ciento de profesionales que son depositarios de la repartición incorruptible de justicia, compartida a ciegas, sin preferencias, porque como en su momento declaró Dall´Anese,  la justicia es igual para todos, y nada ni nadie está por encima de la ley.  Nos contentarí­amos con que el sistema judicial cumpliera a pies juntillas con este precepto, Guatemala, serí­a una mejor Nación.   En cuanto Colom abandone el Palacio Presidencial con todo y familia, tengo fe que todo empezara a mejorar.  Ese serí­a el primer logro, saberlos lejos, porque donde quiera que viajaren, el largo brazo de la justicia los alcanzará.  Chao.  Roma no se hizo en un dí­a, y tampoco en un dí­a fue su caí­da.  Por algo se empieza.