Los informes de organizaciones sociales indican que en el país mueren violentamente aproximadamente 17 personas al día desde el anterior gobierno. Sin embargo, los hechos de violencia no son el único blanco de atención en la mira de sociedad, también lo es la percepción que manifiesta la ciudadanía sobre este tipo de hechos descritos a través de los medios de información.
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La noticia sobre el hallazgo de uno o varios cuerpos con las ya características señales de violencia (estrangulamiento, ataduras en pies y manos y otras señales de tortura), despierta en muchos lectores la inquietud por emitir una opinión al respecto, las cuales reflejan la apreciación que la población tiene sobre este tipo de hechos.
En algunos de los comentarios se puede leer: «lo que se siembra, se cosecha, si éstos (los difuntos) pertenecían a pandillas pues son tres delincuentes menos en el país», «tanto delincuente juvenil nos acecha a diario. Si estos patojos eran buenos qué lástima pero si eran pillos enhorabuena que sigan exterminándolos», por citar algunos.
Análisis
Según Clara Arenas, de la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales (Avancso), el pensamiento dominante en el país, tanto del lado de las fuerzas de seguridad, como de la ciudadanía, es que «hay que actuar de manera fuerte y represiva. No se habla mucho de prevención en Guatemala», citó la experta.
Arenas agregó que desde las instituciones de seguridad, se trabaja con medidas inmediatas como «violencia en respuesta de la violencia», la entrevistada explicó, también, que es necesario entender que la violencia es el reflejo de una sociedad que tiene muchos problemas.
La analista hizo énfasis en el tema de la impunidad. Al respecto expuso que «la justicia en el país no es pronta y cumplida y se mantiene una situación permanente de impunidad, lo cual genera que la justicia quiera tomarse por mano propia», detalló.
Situación comprensible
Carmen Aída Ibarra, analista en temas de seguridad de la Fundación Myrna Mack, opinó que desde hace años se manifiesta en el país la tendencia a apoyar las «soluciones extrajudiciales» para combatir la violencia y la criminalidad. «No es nada raro que al ímpetu de los linchamientos se suma la aceptación a las prácticas de limpieza social y se tome como blanco a presuntos delincuentes o mareros, porque representan una amenaza a la sociedad». Para Ibarra, este fenómeno se cultiva desde hace muchos años a medida que el Estado no da respuestas adecuadas al clamor por la justicia y la seguridad. «No lo respaldamos pero sí lo entendemos, porque la población está desprotegida, el Estado no le da seguridad a la población que está expuesta a la violencia y la inseguridad cada día», apuntó la analista.
Limpieza social
Ibarra añadió que las ejecuciones extrajudiciales han existido desde el Conflicto Armado y que éstas pretendían eliminar los presuntos enemigos del Estado como sindicalistas, guerrilleros, entre otros. «La práctica se incrementó de nuevo pero esta vez dedicada a eliminar la delincuencia común o a las maras». La analista explicó finalmente que la «limpieza social» no se trata sólo de las estructuras que han penetrado a la Policía Nacional Civil (PNC), sino en la existencia de grupos de sicarios, que son pagados por gente con poder económico para negociar una eliminación física; la cual puede también, aunque en menor grado, incluir a niños y jóvenes en la calle, homosexuales, trabajadores del sexo, entre otros.
Desde el Estado
Ronaldo Robles, Secretario de Comunicación Social de la Presidencia de la República, opinó sobre el tema: «En principio se trata de anomalías de nuestro sistema jurídico. Nos hemos convertido en una sociedad prejuiciosa, empezando por jueces y abogados que litigan por los medios de comunicación», manifestó.
El secretario presidencial dijo además que «los medios de comunicación fortalecen la idea sobre que si tiene tatuajes, era pandillero; con lo que logran que el imaginario colectivo acepte que es bueno que los maten». Robles dijo finalmente que el gobierno de turno está tratando de fortalecer el Estado de Derecho, el aporte de pruebas y las investigaciones, pero que «todos los problemas hay que verlos con un lente más amplio, porque no es responsabilidad sólo del Gobierno, es un problema de medios de comunicación, de la cadena de justicia y de todos los que actúan en ella».
AVANCSO
«Es importante trabajar integralmente en cuanto a los temas de impunidad y la falta de un Estado de Derecho, porque lo que hay en el país es una ausencia de entendimiento de los temas de seguridad. En lo inmediato el Estado tiene que ser fuerte en el sentido de aplicar la ley, pero fuerte como sinónimo de capacidad de aplicarla y evitar así la impunidad».
Fundación Myrna Mack
«Los índices de violencia y criminalidad, y la percepción de la población sobre éstos, tienen que empezar a bajar a medida que el Estado evidencie resultados, porque existe, además, un grave estado de salud mental que es una de las secuelas de vivir entre el miedo el cual provoca un asentimiento que conduce a avalar estas prácticas.
Secretario de la Presidencia
«No podemos echarle el muerto a la población que percibe de ese modo la violencia cuando ya les hemos dado suficientes insumos para que piense que este tipo de hechos se pueden justificar».