Nunca antes en un Mundial hubo tan pocos goles an la primera jornada como en esta edición 2010 de Sudáfrica, ¿cómo se puede explicar tanta discreción por parte de los grandes delanteros?
Durante los 16 partidos de la primera jornada se registró una media de 1,56 goles por partido, contra 2,44 en 2006 y 2,88 en 2002. Sólo un tercio de los disparos fueron bien orientados al arco, contra más del 40% en las anteriores citas mundialistas. La tasa efectiva fue muy baja (7,9%, contra 11% en Alemania y 12,8% en Asia).
Muchos echan la culpa al balón «Jabulani», cuya trayectoria puede variar sensiblemente en la altura. Hubo pocos disparos desde lejos del arco y ningún gol de tiro libre, hasta ahora.
Sin embargo, el delantero inglés Wayne Rooney afirma que una vez que estén acostumbrados, el balón será «una ventaja» para los delanteros en detrimento de los arqueros, a los que les cuesta leer su trayectoria.
El holandés Clarence Seedorf afirmó que desde la segunda jornada «no se verán tantos errores» que sean atribuibles al balón oficial del torneo.
La consagración en la Champions League del Inter de Milán pudo haber tenido influencia sobre los entrenadores nacionales, al dejar en evidencia que la posesión del balón no es sinónimo de victoria. España tuvo el balón el 75% del tiempo ante Suiza, que la derrotó (1-0).
Muchos equipos evolucionan en el mediocampo en bloques compactos en detrimento del espectáculo, como se vio en Uruguay-Francia. Los entrenadores parecen afiliarse a esquemas conservadores. Según Seedorf, quienes disponen de cualidades ofensivas, «no las utilizan».
Desde el primer partido los equipos juegan «más para no perder que para ganar», advierte el francés Arsí¨ne Wenger.
«La Copa del mundo comienza en los octavos de final», afirma el brasileño Carlos Alberto Parreira, en su sexto Mundial como entrenador. Eso sí, es probable que su equipo no llegue a esa instancia.
Mundialización mediante, «el nivel de jugadores de todos los equipos es tal, que todo el mundo se respeta», explica Seedorf. Ya no existen los equipos que llegan a la Copa del mundo en «víctimas propiciatorias».
Así vemos el contraste entre la Argelia animosa de 1982 y al extremadamente prudente equipo de estos días. El inglés Rooney, por su parte, está impresionado con la disciplina de Costa de Marfi, por ejemplo.
Con excepción del argentino Leo Messi, numerosas estrellas hicieron un debut más bien discreto, como Wayne Rooney, Cristiano Ronaldo, Fernando Torres, Kaká, Nicolas Anelka y otros.
Además, desde Argentina-1978 el Mundial no se disputaba en invierno. Las temperaturas en Sudáfrica son frescas en esta época del año, en algunos lugares glaciales. Partidos como Italia-Paraguay se jugaron bajo intensa lluvia, en condiciones que no son las ideales para los jugadores técnicos.