¿Por qué hacemos lo que hacemos?


El inicio del año escolar trae a los maestros un nuevo pensar acerca del grupo de alumnos que va a tener, sin importarles la edad y si todos serán nuevos. Cuando se sientan a planificar el desarrollo de sus temas, uno de los puntos claves es cómo poder motivar a cada uno del grupo para que quieran ir la escuela, a esforzarse con alegrí­a par obtener éxito. Esa parte emocional dada por un ser humano- maestro- a otro-alumno- no puede ser sustituida por una nueva tecnologí­a de moda que al igual que en su tiempo fue el pizarrón y el yeso, al retroproyector, una grabadora, etc. como «ayudantes técnicos» para los maestros. Tener acceso al uso de una computadora es novedad pero igual a todas las acciones en el proceso educativo, es indispensable tener una razón atrás para poder aprovechar al máximo su uso.

Raymond J. Wennier

Las acciones del ser humano siempre tienen una razón o propósito, sean estos positivos o negativos. Me pregunto ¿Cómo se llama el impulso a actuar? ¿Por qué una persona hace esas acciones? ¿Cuáles son los estí­mulos, razones o propósitos para esas acciones humanas?

Siguiendo el modelo de fábrica, importado a los Estados Unidos de América desde Prusia y popularizado por Horace Mann se desarrolló la idea de que se puede poner a un grupo de niños en un mismo lugar y ofrecerles un currí­culum estandarizado. Se enfatizó las habilidades de obediencia, orden y respeto hacia la autoridad. Sin embargo, alrededor de hace 70 años hubo un cambio paradigmático cuando los psicólogos John Watson y B. F. Skinner, impulsaron la teorí­a del comportamiento humano que habla que no se sabí­a qué pasaba en el cerebro, pero se podí­a ver lo que sucedí­a afuera. Entonces decí­an, vamos a MEDIR el comportamiento humano y aprender a MODIFICARLO. Si nos gusta la acción, premiarla, si no, castigarla. Esa teorí­a fue planteada en las Escuelas de Educación en las Universidades de Estados Unidos y todos los maestros aprendí­an a usar el estí­mulo-respuesta que fue utilizado con animales en los laboratorios experimentales. Todos hemos oí­do del control externo y modificación del comportamiento del perro de Pavlov, ¿verdad? Ahora, ¿Será como en ese entonces aplicado al ser humano, hoy, en las aulas por medio del maestro un estí­mulo par lograr una respuesta? Por eso se ha usado este método del siglo pasado, en la creación de exámenes estandarizados, el uso de respuesta única.

Sin embargo, hoy dí­a la ciencia nos enseña cómo piensa y cómo aprende el alumno y que el alumno es más complejo, está conformado por muchos sistemas, es sistémico. ¿Cómo motivamos a ese ser complejo?

Hay dos tipos de MOTIVACIí“N, la EXTERNA, lo que acabo de describir en las lí­neas anteriores y que continúa siendo usada en las aulas y en las escuelas por medio de exámenes, calificaciones y castigos y la motivación INTERNA que viene de lo significante, interesante, pertinente y que vale la pena para el individuo y provoca esa reacción de interés y descubrimiento para continuar con curiosidad la interacción con la información recibida por los cinco sentidos Es el alumno quien controla la motivación no una tercera persona-maestro quien aplica una acción única para recibir una respuesta única basada en el miedo y castigo.

Eric Jensen dice»… haga de la escuela un lugar significante y alegre, Entonces no tendrá que chantajear a los alumnos con premios o castigos externos».

¿Por qué hace lo que hace? ¿Encontró la respuesta?