Los niveles de vida del europeo son altos y el desarrollo está extendido, todo lo contrario sucede con los pueblos de Centroamérica, en ellos existen minorías enriquecidas y millones de hombres con casi nada.
Europa es grande debido a que las rutas de comercio favorecieron a muchas ciudades, desde el siglo XII la Liga Hanseática, con unas ochenta ciudades: Génova, Venecia, Barcelona, Brujas, Grante, más la influencia de Bizancio, ejercían un considerable comercio por tierra y por mar. Algunas regiones se fueron incorporando a dicho comercio tal como sucedió con la Confederación de pueblos de San Gotardo, hoy Suiza. Europa conoció los productos de China y de India, los caminos de la seda y de las especias por medio de caravanas y de barcos, haciendo llegar a Europa el esplendor de las artes y de los conocimientos de las civilizaciones milenarias. En los siglos XII y XIII, el llamado Celeste Imperio, China, producía todo lo que necesitaba. El viajero Marco Polo en su libro describe las maravillas de aquellas lejanas culturas.
Es cierto que hubo numerosas guerras, pero estas llevaban las ideas económicas de diversos lugares como sucedió con los conflictos entre Inglaterra y Francia por la ocupación de Flandes en donde algunas ciudades tenían enormes riquezas, entre ellas Brujas y Gante en el siglo XIII. La ocupación del canal de la Mancha y las costas atlánticas fueron motivo de tensiones.
En la Alta Edad Media con las enseñanzas de los padres de la Iglesia y del Derecho Canónico, con el pleno feudalismo teocrático y señorial, pero en el siglo XI Europa inició un despertar en las ciudades de Occidente, para forjar con el correr de los años el capitalismo, los descubrimientos geográficos mediante viajes navales de portugueses, así como el gran navegante Cristóbal Colón, quien basándose en mapas antiguos y muchas lecturas, maduró la idea de llegar a China y al reino del gran Khan navegando al occidente.
El régimen señorial feudal únicamente continuó en el centro de Europa, específicamente en el Sacro Imperio Germánico, sin embargo en algunas de las ciudades del Danubio y del Rin la economía marítima a influyó grandemente por medio del comercio que unía Venecia, El Gotardo, Brujas, la Liga Hanseática hasta el mar Báltico y luego Londres.
Es cierto que con las invasiones turcas fue detenida en gran parte la expansión de la economía marítima, sin embargo no pudieron los turcos ante el nacionalismo de muchos pueblos, por ejemplo Moscú que heredó la religión cristiana ortodoxa, siendo expulsados los turcos de esta ciudad a quien muchos llamaban la tercera Roma.
Las cruzadas contribuyeron con llevar a Europa cantidad de elementos comerciales y artísticos del Medio Oriente. En 1095 el Papa Urbano II en Clermont logró que el Occidente se movilizara para rescatar el Santo Sepulcro surgiendo la primera cruzada.
Aún en la Edad Media la historia de Europa es compleja, pues hubo conflictos para negar el poder temporal del Papa, hubo separación entre la Iglesia de Roma y la Iglesia Griega en Bizancio. Hubo imperios como el Sacro Imperio Germánico que se aferraba al feudalismo, y hubo cambios económicos fundamentales en Francia, Inglaterra, Flandes. España, Italia, en donde las ciudades adoptaron un esquema económico nuevo basado en el mercantilismo marítimo.
En Guatemala el comercio estuvo regido durante tres siglos en beneficio de España mediante un monopolio. Hoy el imperialismo nos impone la economía internacional de consumo que beneficia a empresas transnacionales. No hemos tenido la misma historia económica de Europa, de ahí las diferencias abismales.