Por primera vez, una mujer llega a jefatura del gobierno


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La primera mujer que llegará a la jefatura del gobierno danés fue mofada otrora por su propio partido izquierdista con el alias de «Gucci Helle» debido a su preferencia por la ropa cara de alta costura y los accesorios de lujo.

Por JAN M. OLSEN COPENHAGUE / Agencia AP

Con el regreso de los socialdemócratas al poder tras militar 10 años en la oposición, nadie pone ahora en duda las credenciales de Helle Thorning-Schmidt como lí­der de un partido nacido del movimiento laborista en 1871. Empero, la dirigente de 44 años y madre de dos hijas sigue teniendo que encarar dudas sobre su capacidad para ser una persona unificadora en el «bloque rojo» que triunfó en los comicios del viernes, y para Dinamarca en general.

Alta, rubia y muy bien vestida, Thorning-Schmidt irradió confianza y señorí­o en sus contactos con el electorado, tratando con ingenio a los medios de comunicación y una sonrisa encantadora. Empero, queda por ver si puede convencer a las facciones izquierdistas que no concuerdan en la necesidad de reducir los impuestos y el estado de bienestar para apuntalar la finanzas públicas ante la galopante crisis de la deuda soberana europea, de la que no es ajena Dinamarca.

Thorning-Schmidt habí­a sido legisladora en el Parlamento Europeo durante cinco años cuando fue elegida en el 2005 lí­der de los socialdemócratas.

«Es una personalidad internacional, ha estado desde hace años en el Parlamento Europeo, donde aprendió sus lecciones polí­ticas», dijo Kasper Hansen, de la Universidad de Copenhague.

«No tiene tanta experiencia con la polí­tica danesa a la hora de negociar en el Parlamento», agregó. «Ese será su gran desafí­o… cómo moverse en la arena del nuevo Parlamento».

Su inexperiencia en la polí­tica nacional quedó patentizada en los comicios del 2007, cuando fue barrida por su principal oponente, el refinado primer ministro Anders Fogh Rasmussen.

«Los daneses necesitarán más tiempo antes de que entreguen la responsabilidad (de gobernar) a nosotros», indicó en aquel entonces tras obtener los socialdemócratas sus peores resultados en un siglo.

La salida de Fogh Rasmussen para encabezar la secretarí­a general de la OTAN le deparó un adversario más humilde en la coalición centroderechista: Lars Loekke Rasmussen. En los debates que precedieron la votación las jueves, Thorning-Schmidt dio la impresión de estar mejor organizada y ser más carismática que Loekke Rasmussen, ex ministro de Hacienda que avergonzó a Dinamarca con su débil liderazgo hace dos años en la malograda conferencia climática efectuada en Copenhague.

Ahora deberá usar una estrategia diferente en su intento de formar un gobierno de izquierdas con facciones que con frecuencia mantienen puntos de vista diametralmente diferentes.

Thorning-Schmidt obtuvo una maestrí­a en ciencia polí­ticas por la Universidad de Copenhague en 1994. Dos años después, se casó con Stephen Kinnock, hijo del ex dirigente laborista británico Neal Kinnock, a quien conoció en Bélgica.

Vive con sus dos hijas, Johanna, de 14 años, y Camilla, de 11, en el noreste de Copenhague, mientras Kinnock reside en Suiza por ser director del Foro Económico Mundial.

Su arreglo matrimonial fue investigado por las autoridades financieras danesas ante la denuncia de que la pareja habí­a incurrido en evasión fiscal al ocultar el número real de dí­as que Kinnock pasó en Dinamarca. Thorning-Schmidt admitió haber cometido un error y fue exonerada de evasión fiscal.