El documental argentino «El Ambulante», el mexicano «Un día menos» y la coproducción colombo-costarricense «Del amor y otros demonios» son algunas de las 15 obras creadas por latinoamericanos o hechas en la región que brillan en el Festival de Cine de Los Angeles (LAFF).
En el programa con 200 proyecciones de la décimo sexta celebración de este festival (del 17 al 27 de junio) compite la adaptación de la novela homónima de Gabriel García Márquez dirigida por la costarricense Hilda Hidalgo, destaca el estreno para este martes de la cinta mexicana «Revolución» y también resalta una retrospectiva de la obra del cineasta argentino Leopoldo Torre Nilsson (1924-1978).
«Tener esta retroespectiva, que traerla implicó investigación e incluso cierto trabajo artesanal para subtitular, hace que este año tengamos una mayor muestra de cine latinoamericano, algo que buscamos al realizarse en una ciudad con más del 45% de la población hipana», explicó a la AFP Hebe Tabachink, programadora de cine latinoamericano del LAFF y de la sección de cortos.
Para los cineastas que fueron seleccionados este año significa un honor poder contar con la oportunidad de mostrar sus obras en un festival frecuentado por directores, guionistas, ejecutivos y celebridades de la industria, y con premieres también comerciales, como el fenómeno de vampiros «Eclipse» que se mostrará por primera vez el jueves.
«Ante todo, con los problemas de distribución que tenemos incluso en nuestros países, es importante poder llegar a través de festivales a otras audiencias, como aquí», dijo a AFP Adriana Yurcovich, que produjo junto a Eduardo de La Serna y Lucas Marcheggiano el documental argentino «El Ambulante», un trabajo que conmovió a la audiencia anglosajona el domingo.
Este documental que sigue al cineasta aficionado Daniel Burmaster en el interior de Argentina y que va convirtiendo pueblitos perdidos en sets de filmación «nos hace sentir absolutamente inútiles, avergonzados, a quienes somos parte de la maquinaria de Hollywood», dijo una mujer de la audiencia.
Otra de las directoras agasajadas esta semana es la costarricense Hilda Hidalgo, directora «Del amor y otros demonios».
«Haber hecho esta película fue un sueño que llegó de la forma más inesperada», contó la cineasta al narrar cómo fue que el propio escritor Gabriel García Márquez le propuso llevar a la gran pantalla esta obra cuando participaba en un taller en la escuela de cine de San Antonio de los Baños de Cuba.
El Festival de Los Angeles marca el estreno internacional de la cinta que esta misma semana se estrenará en Moscú. «Es siempre emocionante ver qué camino recorrerá un proyecto al que te entregaste tanto tiempo», dijo la directora en el segundo pase del filme, donde el público elogió las escenas creadas a modo de cuatros del siglo XIX.
«Es la primera vez que muestro mi trabajo a un público tan distinto y es muy satisfactorio descubrir el caracter universal de la historia de mi documental», dijo a la AFP la mexicana Dariela Ludlow, directora del documental «Un día menos», una exploración sobre el significado de envejecer al lado de la persona que amas.
«Es la historia de amor de mis abuelos en su casa de Acapulco, y que al final de la proyección la gente me diga que le recordó a los suyos o a sus padres, es muy bonito», comentó.
Para el martes se espera el estreno de la producción chilena «Mandrill», tercer filme del cineasta Ernesto Díaz Espinoza seleccionada en la muestra «Beyond» (Más allá») con una trama inspirada en las películas de James Bond de los 70s, con sicarios mujeres hermosas, armas, artes marciales y mucha música.
También despertó expectativas el martes «Revolución», una cinta codirigida por 10 cineastas mexicanos, entre ellos Mariana Chenillo, Gael García Bernal, Rodrigo García, Diego Luna y Carlos Reygadas, que celebra el centenario de la Revolución Mexicana con imágenes mordaces, conmovedoras y subversivas de su patria.
«Tenemos la suerte de que hay un muy buen nivel de producción en Latinoamérica. Nos empeñamos en tener una gran selección de la región, pero no quiere decir que sólo por provenir de América Latina las elegimos, tiene que ser buen cine», aclara Tabachnick.