Uruguay se encamina a convertirse en el primer país latinoamericano en legalizar la adopción de niños por parejas homosexuales, que se espera que el Senado apruebe hoy en forma definitiva, algo que rechaza la Iglesia y la oposición política.
El proyecto «es el penúltimo tema del orden del día de la sesión» de Senado de hoy, dijo la senadora Margarita Percovich, por lo que no sabe a qué hora podría aprobarse.
La Cámara de Diputados aprobó la iniciativa el pasado 27 de agosto con los votos de la coalición oficialista de izquierda Frente Amplio, que cuenta con mayoría parlamentaria.
El opositor Partido Nacional (centro-derecha) votó en contra, salvo uno de sus diputados, que votó a favor. El también opositor Partido Colorado (derecha, tercer partido) votó en contra.
El Senado ya había aprobado el proyecto el 15 de julio, pero la Cámara de Diputados le operó algunas modificaciones de forma y la Cámara Alta debía aceptar o rechazar el proyecto nuevamente.
La iniciativa, contenida en la reforma del Código de la Niñez y la Adolescencia, prevé que el o los adoptantes deben tener al menos 25 años, y 15 años más que el niño a adoptar.
Asimismo, el proyecto prevé que «tratándose de cónyuges o concubinos», deberán «computar al menos cuatro años de vida en común».
Uruguay reconoce legalmente la unión libre y el concubinato entre personas del mismo sexo, por lo que de hecho se podrá concretar la adopción de niños por parejas homosexuales.
En efecto, este pequeño país de 3,4 millones de habitantes aprobó en 2008 la unión civil entre parejas homosexuales, en una clara tendencia del gobierno de izquierda del presidente Tabaré Vázquez de colocar a Uruguay a la vanguardia en materia de legislación en la materia.
En mayo, Vázquez firmó un decreto que derogó la normativa que impedía el ingreso de homosexuales a las Fuerzas Armadas.
Asimismo, el Senado aprobó en diciembre un proyecto de ley que habilita el cambio de nombre y sexo desde los 12 años de edad, que aún debe ser votado por la Cámara de Diputados, algo que podría ocurrir en los próximos días.
Por otra parte, la iniciativa que legaliza la adopción de niños por parejas homosexuales otorga al estatal Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (Inau) el monopolio en la materia.
El Inau «es el organismo encargado de proponer, ejecutar y fiscalizar la política en materia de adopciones», dice la iniciativa.
La Iglesia católica se opone de plano al proyecto de ley porque «desde el Génesis, en la Biblia, se dice que «Dios los creó varón y mujer»», dijo el obispo Pablo Galimbertti.
«La postura de la Iglesia es muy clara» en este asunto y «no hay experiencia fundada de que la adopción por homosexuales sea positiva», dijo el prelado.
«Nuestra posición es que la adopción tiene que darse dentro de una familia con una pareja integrada por un varón y una mujer, que son los que están naturalmente capacitados para tener una relación plena», aseveró Galimbertti.