El presidente Barack Obama admitió hoy que su gobierno «no avanzó» lo suficiente en el sector económico, al día siguiente del revés que sufrió el partido demócrata en las elecciones legislativas, pero negó que los resultados impliquen un rechazo de su agenda.
«Creo que no hay duda que la principal preocupación de la gente es la economía. Y la razón por la cual expresaron una gran frustración es el hecho de que no avanzamos lo suficiente en la economía», declaró el mandatario.
Los demócratas perdieron el martes el control de la Cámara de Representantes y parte de su mayoría en el Senado en beneficio de los republicanos.
«Creo que tenemos que asumir la responsabilidad directa por el hecho de que no progresamos tanto como hubiéramos querido» en la recuperación económica y la creación de trabajos, añadió.
Obama, que tenía una amplia mayoría a su favor a su llegada al poder hace dos años, admitió que se sentía «mal» personalmente por este rotundo revés.
El presidente aseguró estar dispuesto a trabajar conjuntamente con la oposición sobre la disminución del déficit público, uno de los temas mencionados repetidamente por votantes para expresar su frustración.
Pero rechazó que eso implique sólo a los demócratas.
«Creo que eso es una cuestión importante tanto para demócratas y republicanos», dijo.
REVí‰S
El torrente de cambio que desató Barack Obama en 2008 se revirtió violentamente contra su Partido Demócrata, que sufrió un importante revés a costa de los republicanos en las elecciones legislativas de medio mandato, lo que amenaza con empantanar su presidencia.
Pero dados los giros violentos que ha dado la política estadounidense en las últimas décadas, los analistas estiman que los republicanos no pueden dar por sentado que contarán con el mismo caudal de simpatía popular en las presidenciales de 2012.
Hace tan sólo dos años, Obama llegó al poder con la promesa de transformar Estados Unidos.
Pero unos enfurecidos votantes, cansados de esperar por una recuperación económica y una disminución del desempleo que tarda en llegar, canalizaron su rabia en las elecciones legislativas del martes y le entregaron la Cámara de Representantes a los republicanos, apaleados en 2008.
Los demócratas conservaron una mayoría en el Senado, pero muy disminuida. Ese hecho y el dominio republicano en la Cámara Baja, son malas noticias para la agenda de cambios de Obama.
Las esperanzas de la Casa Blanca de concretar una reforma migratoria que legalice a los once millones de indocumentados o una ley para el cambio climático, se desvanecen.
Probablemente Obama deba usar sus energías para defender sus logros, como la reforma del sistema de salud, que los republicanos han prometido revertir, según los analistas.
«Ambos partidos se han beneficiado y han sufrido de los bruscos cambios en la política estadounidense», estimó Dan Shea, profesor de ciencias políticas de la universidad Allegheny, en Pensilvania.
Los independientes, que ayudaron a colocar a Obama en la presidencia, parecen haber ahora votado por los republicanos.
Obama además se encuentra entre la espada y la pared: los republicanos lo acusan de lanzar una agenda izquierdista, pero su propio partido dice que el mandatario no ha sido lo suficientemente progresista.
El surgimiento del movimiento ultraconservador Tea Party, por su parte, potenció a los republicanos.
Pero si los repulicanos se inclinan más aún a la derecha, los conservadores pueden lograr imponer un candidato para las elecciones de 2012 que resulte muy radical para los estadounidenses en su conjunto, lo que jugaría a favor de Obama.
«Uno de los desarrollos más importantes de la política estadounidense hoy en día, es la mengua de la identificación partidista», dijo Bruce Buchanan, de la universidad de Texas, en Austin.
Una de las certezas es que la economía fue el principal factor en estas elecciones legislativas, según los sondeos a boca de urna. Si la recuperación económica no es un hecho a nivel nacional para 2012, Obama puede estar en problemas.
Los resultados de los comicios darán mucho qué pensar a Obama.
«Va a tener que dialogar con sus opositores, tender una rama de olivo», dijo Shea, al advertir que los independientes que Obama buscará ganar de vuelta desean ver más trabajo bipartidista.
Buchanan sentenció: «Obama no hizo tanto como los votantes querían para trabajar» con los republicanos.