Más de dos meses después de la muerte de Michael Jackson, el músico fue despedido el jueves por familiares y amigos que acompañaron su féretro en el mausoleo del cementerio Forest Lawn de Glendale, suburbio de Los Angeles, bajo fuertes medidas de seguridad.
Una caravana de más de 20 vehículos ingresó al cementerio poco después de las 20:00 horas con varios asistentes a la ceremonia fúnebre, que se estimaron en unas 200 personas, entre familiares y amigos íntimos del artista.
Imágenes de televisión habían mostrado previamente a varios de los invitados, entre quienes destacaban la estrella de Hollywood, Elizabeth Taylor, y el actor Macaulay Culkin.
Impredecible hasta el final, Jackson llegó tarde a su propio funeral y su ataúd ingresó al cementerio 90 minutos más tarde de lo previsto.
Arreglado por un estilista y maquillador como si fuera su «último show», el ataúd bañado en oro y plata de Michael Jackson fue llevado al Gran Mausoleo del Forest Lawn Memorial Park en Glendale.
En el Forest Lawn de Glendale también reposan los restos de otros íconos del espectáculo como Humphrey Bogart, Clark Gable, Lon Chaney, Nat King Cole, Walt Disney, Errol Flyn y Jimmy Stewart.
Marlon Jackson, uno de los integrantes de la agrupación Jackson Five, ha sido el único miembro de la familia en dar algunos detalles de este funeral, que se llevó a cabo en la intimidad.
«Este será el último acto de Michael, el último show. Su cuerpo se irá pero su espíritu seguirá vivo», dijo Marlon Jackson al diario británico The Mirror.
El hermano también reveló que sobre el féretro de Jackson estará una carta firmada por sus tres hijos Prince Michael, de 12 años, Paris, de 11, y Blanket, de 7, en la que escribieron: «Papi te amamos, te extrañamos».
La policía acordonó desde horas tempranas las zonas aledañas al cementerio de Forest Lawn y exhortó a los fans de Jackson a que se mantuvieran alejados del lugar.
Helicópteros policiales, perros rastreadores y oficiales vestidos de civil patrullaron las 120 hectáreas de extensión del cementerio donde reposarán los restos de Jackson.
Aunque la familia ha insistido en que será un acto muy íntimo, no se escatimará en gastos.
«Los gastos serán extraordinarios, pero Michael Jackson fue extraordinario», dijo Jeryll Cohen, un abogado de los albaceas del testamento del músico, John Branca y John McClain.
Margaret Lodise, la abogada que representa los intereses financieros de los tres huérfanos de Jackson, dijo que no se oponía a que se pague el funeral con el dinero de ese fondo que el cantante dejó para repartir 40% entre los niños, 40% para su madre y 20% para obras de caridad.
Entre los gastos extravagantes relacionados con el funeral de Jackson figura la factura de un restaurant de Connecticut, en la otra punta de Estados Unidos, al este, que proveerá buñuelos de ricota para la ocasión, según informó el miércoles el sitio especializado en las estrellas TMZ.com.
El último adiós a Jackson, que desde los cinco años atrajo las luces del espectáculo, contó con la presencia de la cantante de soul Aretha Franklin y la gran amiga del músico Diana Ross, según reveló su hermano Marlon Jackson.
Michael Jackson, quien falleció en una mansión de Beverly Hills, nació el 29 de agosto de 1958 en Gary (Indiana, noreste) y recibió las honras fúnebres nueve semanas después de sufrir un paro cardiaco, considerado por las autoridades forenses de Los Angeles como un homicidio causado por una «aguda intoxicación por propofol», un fuerte anestésico, y otros cinco medicamentos.