Por eso estamos como estamos


La reunión que ayer se llevará a cabo en Santiago de Chile, de los Estados miembros de la Unión de Paí­ses del Sur, ha sido exitosa. Por primera vez en la historia moderna de Latinoamérica, las cabezas o los representantes acreditados de ellas, se reúnen para tratar un asunto de vital importancia para la estabilidad, no solamente de Bolivia en este caso, sino de la región como tal, sin la presencia omní­moda y prepotente de los Estados Unidos, el que, con garrote o con dinero, siempre ha dispuesto que sus intereses son los que deben prevalecer en esa clase de foros.

Carlos E. Wer

La situación que se ha vivido en los últimos tiempos en Bolivia, para quienes nos hemos dedicado al estudio y la investigación de la historia moderna de nuestra América Latina, dadas nuestras experiencias anteriores, solamente tiene un nombre: ¡intervención! Encubierta o no, porque a ellos, los estadounidenses les encanta usar nombres tan diversos como CIA, NED, ONG´s, Instituto Demócrata, (o Republicano), AID, etc. etc., para justificar, o tratar, las intervenciones constantes en nuestra Patria Grande.

Y para quienes siempre me han acusado de antiestadounidense, vaya este dato: el 24 de Febrero de 2001, publicaba en esta misma columna, un artí­culo denominado «Una cortesana de lujo», en la que denunciaba la intención de los grandes poderes oligárquicos mundiales, su permanente sueño de dividir (como lo han logrado tantas veces en Europa), los Estados de la América (incluyendo los Estados Unidos), para asegurar su dominio sobre los recursos naturales, especialmente aquellos de carácter estratégico. De esa cuenta, el mapa que fuera por ellos encargado de elaborar, «parió» 31 paí­ses en el continente. Lógicamente Bolivia no era la exclusión.

Y es que esos poderes no actúan improvisadamente. Lo hacen con una paciencia de planificación de sus intereses, realmente extraordinaria. Van, como arañas (eso sí­, ponzoñosas), tejiéndolos con minuciosidad, hasta alcanzar sus objetivos.

Pero Bolivia no es Guatemala. Y ha montado una resistencia, que acompañada de la denuncia, ha encontrado afortunadamente, el eco de los movimientos libertadores e independentistas de Sur América. Y en esa nueva configuración de un continente indiano decidido a quitarse de encima esa maldita paternidad abusiva, Bolivia encuentra la solidaridad ante su decisión de defender la integridad de su paí­s.

Por eso, quien fuera enviado por el imperio para «consolidar» los sueños de hacerse de la región, señalada en el mapa en cuestión, con el número veintitrés y bautizado como Xingú, luego de su exitosa experiencia europea, fue señalado, como nosotros señaláramos al procónsul que nos fuera enviado en 1954, de ser el encargado de «finalizar» el conflicto.

Sólo aquí­, en nuestra pequeña y abandonada Guatemala, seguimos con la dedicación de lacayos y nuestro pueblo y nuestro gobierno, mantienen una posición de obedientes a los caprichos y abusos de los representantes del imperio y de sus «achichincles criollos», acostumbrados a vivir de las migajas que les dejan bajo la mesa quienes saquean nuestra tierra.

También me referiré, a propósito de la celebración pueblerina de nuestra «independencia», al artí­culo escrito en esta misma columna el dí­a 13 de Marzo de 2001, en que señalaba la existencia de un mapa cartográfico auspiciado por la U.S. Geological Survey, Nacional Mapping Division, en el que, por la todopoderosa voluntad de los gringos, simple y sencillamente se volaron Belice. Nosotros, constitucionalmente, debiéramos de defender lo que es nuestro, y cumplir con lo establecido en ella, también simple y sencillamente aceptando la voluntad del aprendiz a emperador de turno.

Y, a la hora que alguien decidiera que deberí­amos para llevar el caso ante la Corte Internacional de La Haya, se asegurara que habrí­a que cumplir con la Constitución y convocar a una Consulta Popular, ya los cobardes presidentes y los sinvergí¼enzas cobijados en el Congreso de la República, han permitido, que los textos escolares vayan con esa decisión de lí­mites y fronteras y el colomo: ¡que esas mismas instituciones, acompañen en sus promociones, el mapa cercenado de nuestro territorio! Si pelear hasta el último momento nuestros derechos, aún ante esos dos poderes de bucaneros, como lo representan los Estados Unidos y su madre Inglaterra.

Por ello, ver brevemente la celebración de nuestra «independencia», llevada a cabo en el Parque Central, encabezado por el presidente Colom, con la presencia del Embajador de los E.U.A., fue solamente para confirmar que ¡Por eso estamos como estamos!