Por el derecho a participar


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Entre los rasgos que caracterizan el ejercicio de una ciudadanía plena y activa, se pueden mencionar las capacidades de elección y de participación. Sin embargo, a pesar de que nuestros derechos cívicos y políticos están consagrados en la Constitución Política de la República y de los avances conquistados a la fecha, las guatemaltecas seguimos enfrentando numerosas dificultades y obstáculos para ejercerlos, lo cual limita el alcance y la calidad de la democracia.

Wendy Santa Cruz


Una buena parte de mujeres continúa sin ser reconocida como ciudadana, entre otras razones por falta de registro, lo que limita las posibilidades de ejercicio de sus derechos. Por otra parte, la carencia de recursos, de documentos y/o de inscripción en el padrón electoral, de acceso a información suficiente y clara, la prevalencia del machismo, la violencia política, las debilidades en el sistema de partidos políticos, entre otros factores, vedan a las guatemaltecas sus posibilidades de ejercer el voto, no digamos de postularse a algún cargo de elección popular, de competir en igualdad de condiciones y resultar electas.

Mediante un ejercicio piloto de observación electoral con enfoque de género –realizado en una muestra de centros de votación en 27 municipios durante el proceso electoral 2011– se evidenciaron algunos problemas que afrontaron las mujeres antes y durante las elecciones. Este proceso fue impulsado por la Iniciativa Más Mujeres Mejor Política en alianza con el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Guatemala).

Se constató que previamente a las elecciones varias guatemaltecas tuvieron dificultades para la obtención de su documento de identificación (DPI), para empadronarse o actualizar sus datos o para militar en organizaciones políticas. Asimismo, su participación como candidatas o integrantes de los órganos electorales temporales fue restringida por hechos como intimidaciones y agresiones físicas, la carencia de recursos para contribuir financieramente a la campaña o la negación de permiso laboral.
 
El día de las elecciones, los principales obstáculos para el ejercicio efectivo del voto femenino fueron el desconocimiento del procedimiento para ejercerlo, especialmente por parte de adultas mayores; errores en el padrón electoral, la manipulación y el condicionamiento del voto. Las mujeres de la tercera edad, embarazadas o con niños y niñas, aquellas con alguna discapacidad o de baja estatura, tuvieron dificultades para emitir su sufragio, o restricciones en la secretividad, por la falta de consideración a sus necesidades específicas en la habilitación y organización de algunos de los centros de votación monitoreados. 

Frente a lo anterior, urge que se desarrollen esfuerzos permanentes para garantizar cuestiones tan básicas como la promoción, acercamiento y facilitación del registro, documentación y empadronamiento de las guatemaltecas; para minimizar y eliminar por completo la manipulación en el voto femenino,  depurar y perfeccionar el padrón electoral e impulsar campañas informativas orientadas a las mujeres respecto de sus derechos cívico-políticos, los requisitos y la manera en que se debe ejercer el voto.