Por el amor de Dios ¡no más bloqueos!


Las autoridades constituidas son las primeras en reconocer que los constantes y cada vez más extensos bloqueos de ví­as de comunicación del paí­s son una clara violación al derecho constitucional de la libre locomoción, como que son causa de enorme cantidad de pérdidas, daños y perjuicios. ¿Entonces por que no actúan? No importa el gremio, sector o entidad que los organice, mucho menos las razones o causas que los impulsen. Llegan al colmo, de anticipar excusas y de intentar justificar su atropello a la ley, sin ponerse a pensar que están propiciando más actos violentos, sabiendo que estos nos tienen a los chapines hasta el copete. Me parece, ojalá me equivoque en mi pronóstico, que estamos a punto de sufrir zafarranchos de Padre y Señor mí­o entre bloqueadores y desesperados porque les sigue impidiendo trabajar, cumplir con sus deberes y obligaciones y hasta propiciar pérdidas de vidas humanas.

Francisco Cáceres Barrios

Mientras seguimos sufriendo la plena anarquí­a imperante ¿cuánto tiempo más van a seguir pintadas las autoridades? A todos consta que hasta que se les ronca la gana van a dialogar con quienes les exigen la debida resolución a sus problemas. ¿Y qué decir sobre la labor policí­aca que sigue siendo tan inútil como hace muchí­simos años? pues este barullo viene desde hace rato. No se aparecen sino al fin de las cansadas o hasta después que los manifestantes o pobladores descontentos ya han hecho de las suyas. ¿Dónde quedó entonces la prevención policí­aca?, ¿cuándo será el dí­a que salgan a patrullar de madrugada por aire, mar y tierra para vigilar los puntos clave y así­ destacar a cuantos agentes sean necesarios para evitar la aglomeración y empiecen a impedir el libre tránsito peatonal y de vehí­culos? Los daños y perjuicios cometidos siguen estando a la vista de todos, desde pérdidas cuantiosas, productos perdidos, sin remuneraciones por servicios no prestados o la muerte de seres humanos porque los bloqueos hasta han impedido salvar valiosas vidas. Sin temor a equivocarme, creo que no hay un solo gremio o sector que no tengan razones valederas para hacer sus protestas, pero los daños y perjuicios a la sociedad guatemalteca han sido tan serios, que ya es hora de ponerles fin de manera rotunda para impedir tanto perjuicio a la sociedad guatemalteca. Es tal la paralización de nuestra economí­a que aunque los paros se realicen en el interior de la República, la ciudad capital baja su rendimiento. El colmo de los colmos es que sea la autoridad constituida la que propicie y motive los bloqueos, tal y como ocurrió con el gremio magisterial o porque así­ sea la conveniencia del partido gobernante en su loco afán de seguir politiqueando con medio mundo o de seguir llevando dinero a sus arcas para su reiterada campaña electoral. ¿Hasta cuándo?