No se preguntan qué va a pasar con la institucionalidad del país, la crisis de gobernabilidad, ni, mucho menos, sobre los riesgos de un Estado tambaleante. Los agentes de policía lo único que saben es que deben seguir órdenes, aunque la institución a la que se deben se encuentra acéfala, y desde décadas carece de identidad, debido a que no cuenta con una verdadera formación de agentes y oficiales.
Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt
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