Una copia del Popol Wuj, declarado recientemente como Patrimonio Cultural intangible de la Nación, se presentó el pasado jueves en el museo del mismo nombre, ubicado en la Universidad Francisco Marroquín, y estará en exhibición hasta el miércoles 29 de agosto con el objetivo de exponer y compartir con la sociedad, la importancia de esta obra histórica.
El evento inaugural contó con la participación del Ministro de Cultura y Deportes, Carlos Batzín, quien explicó que esta réplica manifiesta la tradición y el conocimiento ancestral de todo un pueblo, promueve el desarrollo que hubo en el pasado, lo que hace admirable esa presencia contemporánea.
«Hay una especial conciencia en el pueblo maya referente a esa riqueza ancestral y de conocimientos culturales que pueden ser un aporte significativo para el desarrollo de toda la humanidad, particularmente cuando estamos en un momento de cambio generado desde este acontecimiento de orden natural por lo que ha de suceder en el universo relacionado al 21 de diciembre está previsto como el cambio de era el final del Oxlajuj B’aktun”, dijo el Ministro, señalando que el inicio de una sexta era ofrece la oportunidad de un nuevo amanecer en el pensamiento maya.
Batzín invitó a la reflexión, a revisar las formas de vida y corregir algunos antivalores que actualmente afectan la madre naturaleza.
La réplica del manuscrito original del Popol Wuj se encuentra en Santo Tomás Chichicastenanago, su preservación es un esfuerzo de la población y la Alcaldía Municipal del lugar, es por esto que el Ministerio de Cultura y Deportes emitió el Acuerdo Ministerial No. 826-2012 con fecha de 22 de agosto de 2012, que indica lo siguiente: “El Ministerio de Cultura y Deportes acuerda, articulo uno declara Patrimonio Cultural Intangible de la Nación el Libro Sagrado Maya Popol Wuj, por ser de interés del Estado, por su valor histórico, cultural, filosófico, espiritual y por contribuir al fortalecimiento de la identidad nacional”.
Se desconoce la existencia de una versión original del Popol Wuj. Según Delia Goetz: “Deberíamos suponer que sería un libro de pinturas con jeroglíficos que los sacerdotes interpretaban al pueblo para mantener vivo el conocimiento del origen de su raza y los misterios de su religión”.
Según Fray Francisco Ximénez la primera versión escrita fue elaborada en lengua k’iche’, utilizando caracteres del alfabeto latino, a mediados del siglo XVI. Según él dicha versión permaneció oculta hasta 1701, cuando los mayas k’iche’ de la comunidad de Santo Tomás Chuwila (hoy Chichicastenango, Guatemala) le mostraron la recopilación de sus historias y mitología.
Se desconoce el nombre del autor de esta primera versión pero Fray Francisco Ximénez, al notar la importancia del documento, decidió traducir el texto al idioma español, asegurando la fidelidad del escrito. Su versión está estructurada en 2 columnas: en una la versión k’iche’ y en la otra la traducción de Ximénez. La primera versión fue una traducción demasiado literal que resulta muy confusa y oscura. Luego escribió una segunda versión menos literal que incluyó en su «Historia de la Provincia de Santo Vicente de Chiapa y Guatemala» que terminó en 1722.
Los trabajos de Ximénez permanecieron archivados en el Convento de Santo Domingo hasta 1830 cuando fueron trasladados a la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1854 fueron encontrados por el austriaco Dr. Charles Scherzer, quien en 1857 los publicó en Viena bajo el título primitivo «Las Historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala».
El sacerdote y misionero Charles Étienne Brasseur de Bourbourg sustrajo el escrito original de la universidad, lo llevó a Europa y lo tradujo al francés. En 1861 publicó un volumen bajo el título de «Popol Vuh, Le livre Sacré et les mythes de l’antiquité Américaine». Él fue quien le dio el nombre.
El libro original fue vendido al coleccionista Alfonso Pinart, más tarde su viuda lo vendió a su vez al etnólogo Otto Stoll, posteriormente fue comprado por Edward E. Ayer, quien lo devolvió a América. Actualmente la primera traducción de Ximénez al castellano y su «Manuscrito de Chichicastenango» se encuentran en la Biblioteca Newberry, en Chicago, Estados Unidos. El facsimilar del manuscrito está disponible en la edición en línea hecha en colaboración por la Biblioteca Newberry y las Biblioteca de la Universidad Estatal de Ohio, en un proyecto dirigido por el Dr. Carlos M. López. El facsimilar también está accesible desde el sitio Archivos del Popol Wuj y las culturas mayas, en el que además se incluyen documentos y materiales relacionados al manuscrito.
La localidad de Santa Cruz del Quiché, fue fundada por los españoles que sustituyeron a Q’umar Ka’aj, la capital del reino k’iche’. Juan de Rojas y Juan Cortés, aparecen citados en el libro como los últimos integrantes de la generación de los reyes k’iche’.