Los Dodgers de Los íngeles y el Comisionado de Béisbol de Grandes Ligas acordaron hoy vender el equipo en «un proceso supervisado por un tribunal».
El acuerdo también incluye la venta de los derechos del equipo en los medios de comunicación para «maximizar el valor de los Dodgers y su dueño, Frank McCourt», de acuerdo con un comunicado conjunto.
Blackstone Group LP se encargará del proceso de venta.
El acuerdo culmina un año tumultuoso para los Dodgers y la permanencia de McCourt.
El abril, la directiva de las Grandes Ligas dio el paso extraordinario de asumir el control de los Dodgers, un equipo cada vez más paralizado por el amargo divorcio de McCourt de su esposa, Jamie, quien fungía como directora ejecutiva del equipo hasta que él la despidió en 2009.
Los Dodgers se acogieron en junio a la protección de un tribunal de quiebras según establece el capítulo 11 de la Ley de Quiebras, después de que McCourt aseguró que el rechazo del comisionado Bud Selig para un acuerdo sobre los derechos sobre los medios de comunicación lo dejaban sin los recursos para cumplir con la nómina del equipo.
McCourt y Selig tenían una cita para dar testimonio en un juicio de esta semana, pero el tribunal aplazó el proceso para permitir que siguieran las conversaciones.
El nuevo propietario sería el tercero desde que Peter O’Malley vendió el equipo a News Corp. en 1998. Los Dodgers habían permanecido en la familia O’Malley desde que Walter O’Malley trasladó el equipo de Brooklyn a Los íngeles en 1958.
El desvanecimiento de la franquicia empeoró con el prolongado divorcio entre Frank y Jamie y la disputa de ambos por la propiedad del equipo. El divorcio, que fue público en la corte, ventiló un decadente gasto en mansiones y casas de descanso y utilizar al equipo como si fuera su tarjeta de crédito personal. Los McCourt tomaron más de 100 millones de dólares en préstamos relacionados con los Dodgers para uso propio, de acuerdo con documentos del divorcio.
En documentos entregados al tribunal de quiebras, los abogados de la MLB dijeron que McCourt «saqueó» más de 180 millones de dólares en ganancias del equipo para uso personal y otros negocios que no estaban relacionados con el equipo.
«Los Dodgers están en bancarrota porque McCourt tomó casi 190 millones de dólares del club y se ha alejado completamente de la base de seguidores del equipo», dijeron los abogados de Grandes Ligas.
Mientras la pareja seguía peleando por la propiedad del grupo, el partido de apertura de los Dodgers contra los Gigantes de San Francisco dio una publicidad mucho peor. Bryan Stow, un aficionado de los Gigantes, casi murió por una paliza recibida en el estacionamiento de los Dodgers. La familia Stow demandó al equipo y su abogado ha dicho que los gastos médicos podrían ascender a 50 millones de dólares.
Tras el ataque, la atención se enfocó en la disminución de la seguridad en el Dodger Stadium y los aficionados se molestaron con Frank McCourt. Los abogados del equipo dijeron que el comisionado Selig deliberadamente dejó a la franquicia sin dinero y destruyó su reputación en un intento por tomar el control y forzar su venta.