Polí­tica y mujeres


Carlos-Caceres-Ruiz

La Constitución Polí­tica de Guatemala establece que mujeres y hombres son iguales ante la ley. Este principio incluye garantizarles a las mujeres un trato equitativo con relación a oportunidades de participación para combatir la exclusión social y desigualdad. Por esta razón, las mujeres guatemaltecas intervienen en la actualidad en forma responsable y activa en las diferentes actividades de la sociedad. Diversas mujeres son candidatas a la Presidencia y Vicepresidencia de Guatemala.

Carlos Cáceres R.
ccaceres@prodigy.net.mx

 


Los partidos polí­ticos plantean hoy en sus plataformas electorales diversas acciones para promover la participación polí­tica de las mujeres en la vida económica, polí­tica y social porque, sin la presencia libre de ellas en el contexto sociopolí­tico guatemalteco, no se puede señalar que en Guatemala exista una sociedad igualitaria.

    En los proyectos electorales de los partidos polí­ticos no faltarán en este año de elecciones las afirmaciones de que es necesario favorecer a las mujeres. Existe preocupación en diversos sectores sociales por saber cómo será y las formas de llevarlo a cabo pues de esa manera se reducirán los efectos de distorsión tradicionalmente creados contra las mujeres.

    Situar una polí­tica con relación a las mujeres señala la importancia de reafirmar una posición de rechazo a cualquier forma de discriminación y aseverar, junto con hombres y mujeres de Guatemala, que en caso de existir o plantearse esa discriminación, se convertirá en una situación de ofensa contra la dignidad de los seres humanos. Es conveniente indicar que cualquier obstáculo al desarrollo de las mujeres en Guatemala, es incompatible con el bienestar de la familia y agrede la Declaración Universal de Derechos Humanos.

    Al asumir el rechazo a prejuicios relativos a la inferioridad de la mujer, adquiere especial importancia defender su derecho a ocupar diferentes cargos y asegurar su plena integración al desarrollo socioeconómico de Guatemala. También es necesario señalar que la educación de los hijos exige la responsabilidad compartida de la mujer, el hombre y la sociedad en su conjunto.

    En el marco legal guatemalteco es conveniente impulsar leyes que garanticen los derechos de las mujeres, así­ como vigilar por el cumplimiento de normas laborales sobre contrataciones, capacitación e igualad de salarios y, a través de los medios de comunicación, se debe informar a las mujeres sobre la presencia de diferentes servicios  que proporcionan  instituciones públicas y privadas con relación a asesorí­a jurí­dica, planeación familiar, atención en hospitales para atender debidamente los periodos de parto, posparto y lactancia, entre otros. Asimismo, debe otorgarse importancia al fomento de programas dirigidos a mujeres indí­genas y campesinas para orientarlas con relación a sus derechos.

    Cuando los partidos polí­ticos deciden  promover polí­ticas de equidad, significa que debe existir una adecuada distribución de oportunidades educativas, culturales y sociales para mujeres y hombres, con el propósito de lograr una mayor autonomí­a femenina y poder de decisión. Este factor tiene como implicación lograr una mayor cohesión familiar.