Polí­tica monetaria de China perjudica al mundo


Bernanke pronunció un discurso durante una conferencia de la banca en Francfort, Alemania, en la sede del Banco Central Europeo (BCE), el banco central de la moneda única europea, el euro. AP

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, acusó ayer a China y a otras naciones emergentes de poner en riesgo a la economí­a mundial por devaluar sus monedas artificialmente.


Bernanke pronunció un discurso durante una conferencia de la banca en Francfort, Alemania, en la sede del Banco Central Europeo (BCE), el banco central de la moneda única europea, el euro.

«La subvaluación de la moneda de los paí­ses con superávit está inhibiendo el ajuste internacional necesario y está creando efectos secundarios que no existirí­an si las tasas de cambio reflejaran mejor los fundamentos del mercado», dijo, sin mencionar a China por su nombre.

Según funcionarios de Estados Unidos, un yuan chino subvaluado le está dando al gigante asiático una ventaja injusta a sus exportadores.

«Además, las diferencias en el grado de flexibilidad cambiaria imponen cargas desiguales de ajuste, castigando a los paí­ses con tipos de cambio relativamente flexible», agregó Bernanke.

Dado que los paí­ses se recuperan de la grave recesión mundial a velocidades diferentes, se han incrementado las tensiones entre las naciones, por lo que es más difí­cil encontrar soluciones mundiales a los problemas globales, dijo Bernanke.

Los denominados paí­ses emergentes %u2014como China, Brasil e India%u2014 están creciendo a un ritmo mucho más rápido que las economí­as «avanzadas», como Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña.

En contraste, China y otras economí­as emergentes se enfrentan al reto de mantener un crecimiento robusto sin activar la inflación, dijo. Al mantener sus monedas artificialmente débiles, China y otras naciones emergentes están causando problemas a sí­ mismos y para la estabilidad de la economí­a mundial, aseguró Bernanke.

Sus declaraciones fueron hechas dí­as después que un informe del Congreso de Estados Unidos instó a Washington a hacer más para obligar a China a que revalúe su moneda.

El viernes, el ministerio de Relaciones Exteriores chino respondió que eso representa una injerencia en los asuntos internos de Beijing y acusó a la comisión legislativa norteamericana que revisa las relaciones entre Estados Unidos y China de tener una «mentalidad de la Guerra Frí­a» y de actuar con resentimiento hacia Beijing.

Durante una cumbre de lí­deres mundiales en Corea del Sur la semana pasada, China, Alemania, Brasil y otros paí­ses se quejaron de que un plan de la Fed %u2014de comprar bonos del Tesoro para vigorizar la economí­a, en parte bajando las tasas de interés, aumentando los precios de las acciones y animando a un mayor gasto%u2014 le darí­a a los exportadores estadounidenses una ventaja competitiva en los precios, al inundar los mercados mundiales con dólares.

Una moneda estadounidense más débil harí­a que los productos de Estados Unidos sean más atractivos para los compradores extranjeros.

El programa de la Fed también ha disparado crí­ticas tanto en Estados Unidos. Lí­deres republicanos en el Congreso y funcionarios de la Fed dicen que dudan que la propuesta ayude a la economí­a. Temen que más bien podrí­a hacerle daño, provocando inflación y llevando a compras especulativas en Wall Street.

Bernanke trató el viernes de contrarrestar las crí­ticas contra el plan de las institución financiera de comprar 600.000 millones de dólares en bonos alegando que es necesario para impulsar la economí­a y reducir el desempleo, pero advierte que el programa no puede sobrevivir por sí­ solo.

En su discurso del viernes, Bernanke también presentó sus argumentos más fuertes a favor de un mayor estí­mulo financiero por parte del Congreso.

Sin un mayor estí­mulo, el alto desempleo podrí­a mantenerse por años, dijo en un discurso, el primero desde que la Fed anunció el programa el 3 de noviembre, pero al presentar sus argumentos, Bernanke corre el riesgo de que se diga con mayor insistencia que está hundiendo a la Fed en el partidismo polí­tico.