Policí­a investiga disparos cerca del Pentágono


El Pentágono percibió un ataque de algunos disparos, pero no se ha sabido nada sobre quién los pudo haber realizado. FOTO LA HORA: AFP

La policí­a investigaba hoy la fuente de los disparos de arma de fuego contra el Pentágono, que no ocasionó daños en el interior del edificio, informó la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos.


Vista de la página de WikiLeaks. FOTO LA HORA: APF KARL-JOSEF HILDENBRAND

Oficiales de la policí­a en el Pentágono escucharon cuatro o cinco disparos de arma de fuego en torno a las tres de la mañana (hora de Guatemala) en o cerca del estacionamiento sur del edificio, dijo Chris Layman, vocero de la fuerza de protección del Pentágono.

Se cerró la zona, al igual que los puntos de ingreso al Pentágono, antes de rastrillar el área, incluyendo una búsqueda con perros por parte de la policí­a local.

«No encontraron nada», dijo Layman. «Están investigando en este momento; no están seguros de lo ocurrido», agregó.

Para las cuatro de la mañana (hora de Guatemala), todos los puntos de ingreso al Pentágono habí­an sido reabiertos y el trabajo habí­a vuelto a la normalidad, indicó el portavoz.

«Las primeras informaciones hablaron de daños» en el edificio, pero los tiros «no entraron», dijo por su parte un portavoz del Pentágono, Dave Lapan.

La policí­a concentraba sus investigaciones en un sospechoso que podrí­a haberse ido por la autopista I395 cercana al Pentágono, según los responsables interrogados que prefirieron no brindar más detalles.

El Departamento de Defensa reforzó la seguridad de sus alrededores luego de que un hombre abriera fuego fuera del edificio en marzo de este año hiriendo a dos agentes de seguridad antes de ser abatido por la policí­a. El hombre, un californiano de 36 años, no tení­a ningún ví­nculo con el terrorismo.

WIKILEAKS Publicación


La publicación de unos 400 mil documentos confidenciales sobre la guerra en Irak por parte de WikiLeaks no será el lunes, tal como estaba previsto, declaró a la AFP un responsable islandés de la página en internet, a la vez que prometió «una publicación muy pronto».

«Hubo rumores que circulaban desde hací­a tiempo que serí­a el domingo, y luego el lunes. No hay gran cosa que se pueda hacer, son claramente incorrectos», declaró Kristinn Hrafnsson, un colaborador cercano al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

«Solo puedo decir que WikiLeaks va a publicar algo muy pronto», añadió, sin querer confirmar que hablaba efectivamente de documentos sobre Irak.

WikiLeaks también tiene que publicar en fecha desconocida cerca de 15 mil documentos confidenciales adicionales sobre la guerra de Afganistán, tras haber publicado unos 77.000 en julio, provocando una tempestad mediática y la ira del Pentágono.

En un artí­culo publicado en internet y autentificado por Hrafnsson, Julian Assange critica igualmente las especulaciones sobre las fechas de publicación.

«WikiLeaks no comunica, salvo muy raras excepciones, ninguna información sobre las fechas de publicación», afirma.

La autoridad sueca de inmigración se negó a entregar un permiso de residencia a Julian Assange, que fue recientemente acusado de violación y de agresión sexual contra dos mujeres en Suecia. Assange no fue arrestado y tiene el derecho de circular en Suecia, pero la investigación judicial sigue.

Por su lado, el Pentágono –que movilizó a 120 personas para evaluar las posibles consecuencias de la difusión de documentos– pidió a los medios que «no faciliten la difusión» de 400.000 documentos sobre la guerra en Irak.

«Los medios deben ser advertidos. No deberí­an facilitar la difusión de documentos clasificados que la poco recomendable organización WikiLeaks» piensa poner en lí­nea dentro de poco, explicó el coronel Dave Lapan, un portavoz del Ejército norteamericano.

No quiso decir si las Fuerzas Armadas estadounidenses contemplaban presentar una demanda contra los medios que ignoraran esta advertencia.

Según él, al ayudar a ese sitio, los medios «le otorgan un barniz de legitimidad a WikiLeaks».

El coronel Lapan explicó que el Pentágono no habí­a sido contactado por ningún medio a propósito de la inminente difusión de esos documentos.