La Policía colombiana admitió hoy que conocía una alerta hecha por la Defensoría del Pueblo del ataque que la guerrilla de las FARC realizó ayer y que dejó 30 muertos, entre ellos 17 policías, 11 guerrilleros y dos civiles, según el comandante de la institución.
«La verdad es que los policías estaban conscientes de un ataque que se iba a llevar a cabo allá. Es que esa es una zona donde nuestros hombres llegaron el primero de julio de este año, a erradicar (cultivos de) coca», enfatizó el general Jorge Daniel Castro, director de la Policía.
Castro declaró que su institución «no ha sido omisa» a una advertencia que en febrero último lanzó la Defensoría del Pueblo sobre un eventual ataque de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre el caserío de Tierradentro, en el norteño departamento de Córdoba,
«No hemos sido omisos a esa información. La verdad es que en la erradicación el hostigamiento fue permanente. La situación se sabía y ahora lo que hay que hacer es seguir atacando a esa gente (rebeldes), erradicándoles la coca, porque es una guerrilla envalentonada por el dinero del narcotráfico», subrayó.
Según el oficial, en la zona «han alternado tanto las FARC como escuadrones de ultraderecha que, dijo, «se han peleado el territorio y allí la Policía ha estado haciendo erradicación manual, bajo el hostigamiento permanente, sobre todo de las FARC, por no dejarse quitar los cultivos de coca», enfatizó.
«La situación no ha sido fácil. La gente se ha amotinado en contra de la policía. La legalidad no ha sido fácil y ahora se presentó ese ataque feroz. Mis hombres fueron copados y la acción de las armas no convencionales como balones y cilindros-bomba, desestabilizó a mis muchachos», concluyó.
Para Castro, la motivación de los rebeldes para cometer el ataque fue económica. «El tema central fue el de la coca. La policía estaba haciendo unos duros controles aquí y no dejaba que llegara la gasolina como precursor químico y eso fue lo que provocó esta situación», enfatizó Castro.
En diálogo con radio Caracol, el director de la policía aseguró que la situación en la población del norte del país «se está restableciendo».
Tierradentro y otras aldeas del municipio de Montelíbano fueron por años bastión de los paramilitares de ultraderecha, que salieron de la zona como parte del proceso de desarme de 31.000 combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).