Polémica sobre iniciativa de ley de desarrollo rural


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Calificada de agria discusión su efecto en el recinto parlamentario. Midieron sus fuerzas miembros de cámaras empresariales y representantes campesinos, sin arribar a un entendimiento. Protagonistas Jorge Briz, Ricardo Villanueva y Daniel Pascual. Todo indica, una vez más, enormes diferencias de posicionamiento, criterios y diferencias marcadas.

Juan de Dios Rojas


A propósito de la congelada durante considerable tiempo iniciativa de ley sobre el desarrollo rural, piedra angular sobre la cual podrá edificarse un proceso conveniente en beneficio del agro. Tema vulnerable es siempre este candente asunto, por cuanto surge pronto de las cenizas la discordia pertinaz objeto de choques sangrientos indeseables en el campo.

Estudiosos, analistas y también sociólogos, agregándose de manera secular políticos enjundiosos, al compás de intereses marrulleros, dan a conocer sus puntos de vista. El común denominador viene a ser la eterna disparidad y choques recurrentes, capaces de encender otra vez el fragor de resentimientos pronunciados con mucho más alejamiento, como hasta hoy.

Volvió a tener actualidad, lo expusieron en tono recalcitrante el deseo ferviente del campesinado en línea de evitar la polarización, generadora de estancamiento en el Congreso. Señalan con índice seguro el hecho que han cedido en varios temas atinentes; inclusive sienten una y otra vez que no es justo continúe el empantanamiento desconsiderado mayor.

Al parecer el artículo de la ley de desarrollo rural, numeral 10, da la impresión de una reforma agraria. Esto de inmediato dará lugar a medidas legales, puesto que ven sin duda la violación de la Constitución. Por el contrario están a favor de un desarrollo rural de acuerdo al siglo XXI; no de acuerdo a los años 1950 y 1960, significativos trasnochados.

En resumidas cuentas, del gran capitán, semejan actualmente, no llegaron al término ninguna de las partes en discordia, no cedieron a los diversos planteamientos enfocados bajo tensiones y nerviosismo dentro del palacio congresil, marcando ambas partes excesivas temperatura, pese a encontrarnos en la conocida época de ondas frías y bajas temperaturas firmes.

Puso su cuarto de espadas el representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, Alberto Brunori, quien acudió al Legislativo ante la posible aprobación de esa esperada ley. Aseveró que con este marco legal facilitará que haya una menor conflictividad en el campo; incluso afirma podría haber un reordenamiento de la institucionalidad.

Deseable resulta cómo piensa la generalidad poblacional que lo antes posible sea hermosa realidad dicho bastión legal, en beneficio directo de los campesinos. Un devenir beneficioso generará la misma, según confían del Congreso, organismo que durante “nuevos y reelectos diputados’’ en este año pasó casi en blanco, pese a ofrecimientos vanos al final.